
La Medicina nos dice que la ‘Próstata’ es una glándula sexual masculina (aparato reproductor) que envuelve los primeros centímetros de la uretra, situada debajo del cuello de la vejiga, justo delante del recto. Fabrica plasma seminal, a partir del cual se forma el esperma. Las secreciones prostáticas están bajo el control de los andrógenos. Las principales patologías de la próstata son la hiperplasia, el adenoma, el cáncer, la prostatitis (infección aguda o crónica), el absceso, el quiste y la litiasis (aunque poco frecuente).
Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha elegido para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de la ‘Próstata’, al analizar su función, como indicio base podemos determinar que se verá afectada por aquellos conflictos en que se pone en juego la ‘valía o el rol como hombre’ que el individuo cree que debe desempeñar y por eso su cerebro hará los cambios necesarios para adaptar ese órgano, ajustarlo a sus necesidades y esos serán los síntomas que el individuo manifieste. Esa desvalorización puede ser vivida en términos puramente sexuales o en términos reproductivos, vivenciados con la pareja, con la descendencia (hijos) o con la ascendencia (padres, abuelos), que posiblemente ‘pusieron en juego’ el valor del lugar, a veces patriarcal, que el individuo ha ocupado dentro de su grupo familiar.
VARIANTES:
- El Dr. Hamer la clasifica con los tejidos endodérmicos, especialmente porque proviene del intestino primitivo e interviene en la procreación, función vital. Su control está, además, en el centro del tronco
cerebral - Conflicto semisexual no limpio o fuera de norma (a menudo en relación con los niños, nietos o asimilados como tales, aunque a veces en relación con uno mismo: «no me encuentro en la norma sexual»).
- Conflicto del legado: ya sea por la perennización del apellido, del linaje, de lo que nos dejaron los ancestros y que queremos que se perpetúe en el clan familiar.
- Situación dramática en relación con los descendientes o asimilados, en daño moral o físico.
- El abuelo o el hombre mayor que cumple las funciones de padre.
- Conflicto por haber perdido un hijo (muerte o desaparición): hay que hacer otro.
- Los hombres que asisten al nacimiento de sus hijos pueden programar este conflicto si vieron la genitalidad de su esposa en ese contexto «Fuera de norma».
- Conflicto de sobre-erotización.
- Conflicto del legado: «Mi propio hijo no es capaz de darme una descendencia o a asumirla y debo reemplazarlo o suplantarlo».
- «Tengo miedo de no poder estar a la altura sexual de mi esposa (más joven normalmente) y que vaya a ver a otro lado.
- «iNo eres mi padre!».
- Robert Guinée señala que, últimamente, los cánceres de la próstata son detectados en hombres cada vez más jóvenes y atribuye el hecho a los divorcios tormentosos, en los que la imagen paterna es ensuciada respecto a su comportamiento sexual.
En fase de estrés, puede haber proliferación tumoral con secreción, con posible compresión de la uretra. La patología más frecuente es el adenocarcinoma de próstata.
En fase de reparación,cuando el conflicto se soluciona, hay necrosis caseificantes con transpiraciones nocturnas si hay presencia de microbios actuantes. Si no los hay, habrá enquistamiento con destrucción tumoral.
Si padeces algún síntoma en la próstata, deberías revisar a partir de cuándo se manifestó y buscar por esos tiempos cuáles fueron las vivencias en las que se puso en juego el ‘valor’ como hombre a nivel sexual o el lugar que ocupabas dentro de tu grupo familiar. Los síntomas que este órgano presenta erróneamente están asociados a la edad, pero no son los años los que la afectan, sino las emociones que el individuo con el paso del tiempo va acumulando por no ser lo que era antes o por no sentirse de ‘utilidad’. Pero con esta información, ahora tenés la oportunidad y el poder de sanar: ya que si transformas esas emociones, aceptas que nada es permanente en la vida y que el síntoma te viene a invitar a que por algún momento comiences a pensar en tu propia persona, que te ames a tí mismo por sobre todas las cosas, dejes de lado la necesidad de ocupar un rol o un lugar, en una realidad donde el cambio es constante, el abandonar ese control, traerá paz a tu vida y por consecuencia la sanación del síntoma.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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