Origen de la biodesprogramación

Dr. Rike Geerd Hamer, el padre de la Nueva Medicina Germánica

Para encontrar sus orígenes nos vamos a remontar a la historia del Dr. Rike Geerd Hamer (1935-2017) médico, psiquiatra y oncólogo alemán, quien fue el padre de la Nueva Medicina Germánica. En 1978 su hijo Dirk falleció a causa de una bala que accidentalmente recibió, lo que provocó su muerte después de tres meses de agonía. Poco tiempo después de lo acontecido, el Dr. Hamer que siempre había gozado de buena salud, presentó cáncer de testículo y supuso que el síntoma estaría relacionado con el conflicto emocional vivido recientemente y decidió analizar más en detalle esta situación.

La muerte de Dirk (su hijo) y su propia experiencia con el cáncer llevaron al Dr. Hamer a un viaje científico que cambiaría la manera de ver la enfermedad y que nos abriría las puertas a esta novedosa información. 

En aquel tiempo siendo jefe de una clínica oncológica en la Universidad de Munich, comenzó a investigar las historias de sus pacientes con cáncer y pronto descubrió que como él, todos ellos habían experimentado previamente un choque emocional de algún tipo.

Siguiendo su hipótesis, de que todos los procesos corporales son controlados desde el cerebro, él analizó los escáneres cerebrales de sus pacientes y los comparó con los registros médicos y psicológicos correspondientes, encontrando para su asombro, una clara correlación entre ciertos “conflictos”, cómo se manifiestan en cada órgano y cómo todos estos procesos están conectados al funcionamiento cerebral.

El Dr. Hamer descubrió que cada enfermedad se origina por un shock o trauma que nos toma completamente por sorpresa; en el momento que el conflicto inesperado ocurre, el choque impacta en un área específica del cerebro. Las células cerebrales que reciben el impacto envían una señal bioquímica a las células del cuerpo que se corresponden con ese área, provocando el crecimiento de un tumor, la necrosis de un tejido o la activación o desactivación funcional de un órgano, dependiendo de qué capa del cerebro reciba el shock.

La razón de por qué un conflicto específico está irrefutablemente unido a un área específica del cerebro es que, a través de nuestra evolución histórica, cada área del cerebro fue programada para responder de manera instantánea a conflictos (biológicos) que pudieran amenazar nuestra supervivencia.

El Dr. Hamer también descubrió que cada enfermedad progresa a través de dos fases: primero, una fase activa del conflicto, caracterizada por estrés emocional, extremidades frías, falta de apetito, falta de sueño, y posteriormente, en caso de resolver el conflicto, una fase de curación o reparación. En esta segunda fase, periodo en el que la psique, el cerebro y el órgano correspondiente entran en la fase de recuperación, frecuentemente es un proceso marcado por fatiga, fiebre, inflamación, infección o/y dolor, al que comúnmente llamamos “enfermedad”.

El Dr. Hamer llamó a sus descubrimientos “Las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina”, ya que su investigación es completamente acorde a las leyes naturales de la Embriología y a la lógica de la evolución. A través de los años, el Dr. Hamer ha sido capaz de confirmar sus descubrimientos con más de 40.000 casos analizados. El resultado de este trabajo científico es la creación de un diagrama “Psique-Cerebro-Órgano” que señala el síntoma, el contenido del conflicto biológico que lo causa, el sitio en el cerebro donde la lesión correspondiente puede ser observada mediante su escaneo, cómo se manifiesta ese síntoma (enfermedad) en la fase activa del conflicto y qué se debe esperar en su fase de curación o reparación.

En Octubre de 1981, el Dr. Hamer presentó su investigación a la Universidad de Tübingen (Baden-Wurtemberg, Alemania) como tesis posdoctoral, su objetivo era tener probados estos descubrimientos en casos equivalentes, para que la Nueva Medicina Germánica pudiera ser enseñada a todos los estudiantes de medicina y los pacientes pudieran beneficiarse de ello lo antes posible, pero para su asombro y en un caso sin precedentes en la historia de las universidades, el comité de Tübingen rechazó su trabajo y se rehusó a evaluar su tesis. 

Más aún había otra sorpresa, poco después de haber entregado su tesis, el Dr. Hamer recibió un ultimátum: renegar de sus descubrimientos o no ver renovado su contrato, lo que fue extremadamente difícil para él, entender por qué estaba siendo expulsado de la clínica al presentar descubrimientos científicos bien fundamentados. Después de su baja laboral, se retiró a su práctica privada donde continuó la investigación.

El hostigamiento al Dr. Hamer culminó en 1986, cuando una sentencia de la corte le prohibió continuar la práctica de la medicina. A pesar del hecho de que su trabajo científico nunca fue desaprobado, perdió su licencia médica a la edad de 51 años, debido a que se rehusó a renunciar a sus descubrimientos sobre el origen del cáncer y a regirse por los principios de la medicina oficial. 

Privado de una licencia médica para poder continuar con su investigación, el Dr. Hamer dependía ahora de otros profesionales para obtener escáneres cerebrales y registros médicos de pacientes, pero estaba determinado a continuar su trabajo. Para 1987 ya había analizado más de 10.000 casos y fue capaz de expandir su descubrimiento de las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina Germánica a prácticamente todas las enfermedades conocidas en la medicina. Mientras tanto la prensa y la medicina establecida no pararon de atacar su trabajo. Periodistas y médicos “expertos” retrataban al Dr. Hamer como charlatán, sanador milagroso autoproclamado, líder de culto, o criminal demente, quien negaba a los pacientes con cáncer los tratamientos convencionales, incluso hubo solicitudes de psiquiatras elegidos por la corte de evaluar su condición mental.

En 1997 el Dr. Hamer fue arrestado y sentenciado a 19 meses de prisión por haber proporcionado a tres personas información médica sin tener licencia. Cuando el Dr. Hamer fue arrestado, la policía halló el archivo de sus pacientes. registros que posteriormente, forzaron al fiscal a admitir durante el juicio, que después de 5 años, 6.000 de 6.500 pacientes, casi todos con cáncer ‘terminal’ estaban aún vivos y así, irónicamente, fueron sus oponentes los que proveyeron estadísticas actuales probando el notable índice de éxito de la Nueva Medicina Germánica. 

Hasta hoy en día, la Universidad de Tübingen rehúsa probar el trabajo científico del Dr. Hamer a pesar de las órdenes que impuso la corte en los años 1986 y 1994. De igual manera, la medicina oficial rehúsa aprobar la Nueva Medicina Germánica a pesar de las numerosas verificaciones realizadas por parte de médicos y de asociaciones profesionales.

El 9 de Septiembre del 2004 el Dr. Hamer fue arrestado en su casa en España y después de un año y medio en la prisión francesa de Fleury Merogis, el Dr. Hamer fue liberado finalmente hacia Febrero del 2006.

Basta con analizar las 5 leyes biológicas que el Dr. Hamer propone, para entender el funcionamiento de nuestra biología, como funciona nuestro cuerpo, nuestro cerebro y cómo actúan de forma inconsciente en beneficio de nuestra supervivencia.

Tal vez la propuesta sería dejar de juzgar desde lo que ignoramos y aplicar lo que se ha descubierto, para poder experimentar en primera persona lo que el Dr. Hamer nos ha legado.