
La Medicina nos dice que la ‘Hipermetropía’ es el trastorno de la refracción (cambio de dirección de una onda cuando pasa de un medio a otro) ocular que corresponde habitualmente a un eje anteroposterior del ojo demasiado corto (inverso de la miopía). Los rayos de luz convergen detrás de la retina, por lo que hay una visión borrosa de cerca, mientras que la visión de lejos es correcta. En algunos casos, la causa puede estar en un cristalino demasiado chato o una córnea poco bombeada.
Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una ‘SOLUCIÓN BIOLÓGICA’ que el cerebro inconsciente ha elegido para ‘RESOLVER UN CONFLICTO’ que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de la ‘Hipermetropía’ el órgano afectado es el ojo, lo que nos permite obtener como indicio que el conflicto base está relacionado a un ESTRÉS VISUAL, en el que se presenta una incoherencia emocional respecto a ‘ALGO QUE VE Y NO DESEA VER’ o el caso contrario en el que ‘DESEA VER ALGO QUE NO VE’. Particularmente en este síntoma, el cerebro como solución, busca readaptar la visión del individuo a las necesidades que se generan por el estrés que vive o ha vivido: La visión de lejos es correcta, lo que nos da indicios de que hay una necesidad (estrés) importante de ver a lo lejos, que para el simbolismo del cerebro, esa distancia puede estar relacionada a una distancia física pero también una distancia de tiempo, para este caso: el futuro, algo que vendrá. En paralelo la visión de cerca es borrosa, lo que nos da indicios de que la necesidad del estrés, es sacar de foco lo que está cerca, aplicando la misma regla, ya sea en tiempo (momento presente) o en espacio físico.
Es común que la ‘Hipermetropía’ se presente en individuos con una personalidad controladora y que tienen cierta ansiedad respecto al tiempo o a lo que vendrá, ya que es algo (futuro) que escapa de su control y por eso necesitan esa agudeza visual, pero que a su vez le lleva a quitar su atención de lo que está sucediendo a su alrededor en el momento presente, posiblemente con una necesidad de escapar de él.
Es importante también revisar el pasado o las vivencias del Clan Familiar, ya que ahí están los estreses que el individuo no desea repetir en su presente y que quiere evitar en su futuro.
VARIANTES:
- Hay que ver muy bien de lejos; es el vigía, el centinela. El peligro y el drama (invasión, piratas…) debe ser detectado cuando aún hay tiempo de entrar en el fuerte.
- Miedo, aprensión lejana por el porvenir, por mí, por los míos. «¿Qué será de nosotros en el futuro? No hay alternativas» (tanto en términos de tiempo como de espacio).
- Ver a lo lejos como un sistema de escape hacia el futuro. Se escapa de las obligaciones maternas cotidianas (presente).
- Miedo a verse viejo de cerca frente al espejo cuando uno está cansado.
Si padeces de éste síntoma, en primera instancia debes revisar tu personalidad y entender que no controlamos nada de lo que sucede fuera de nosotros, lo único que podemos controlar son nuestras emociones si nos hacemos conscientes de ellas, entendemos su origen y con la práctica nos entrenamos para no caer en la reactividad y generar así más estrés para nuestra vida; incluso querer mantener el control del futuro es una idea aún más descabellada, por lo que habrá que revisar también dónde se encuentra el foco de esa ansiedad.
Es importante entender que sólo existe este momento presente, que conectarnos con el ‘aquí y ahora’ puede ser muy beneficioso para solucionar este o cualquier síntoma, porque la mente sólo tendrá su atención en lo que está sucediendo a tu alrededor, sin tener que gastar energía con pensamientos o sentimiento que tienen que ver con el futuro y que nunca sucederán en la realidad. Lograr conectarse con el ‘aquí y ahora’ será posible a través del amor propio o al elevar la autoestima, algo que potenciará tu confianza y te permitirá atender cada cosa que la vida te presente en cada momento.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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