Órganos y Emociones

Ansiedad

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Se define la ‘Ansiedad como un sentimiento de inquietud profunda que altera las capacidades cognitivas y de funcionamiento cotidiano de la persona que la padece.

La ‘Ansiedad’ es el nombre que se le da a un programa biológico que el cerebro ejecuta para mantener la supervivencia del individuo, es la herramienta de nuestro cerebro que constantemente está alerta ante los ‘Peligros’ y que sin ella el ser humano permanecería inconsciente. Es la señal que indica ‘No tocar eso que te puedes quemar’, la que hace que miremos hacia los lados antes de cruzar la calle, toda y cualquier alerta que tenga la intención de cuidarnos, pero ese mecanismo actuando de forma exagerada se puede volver patológico e impedir el funcionamiento ‘normal’ de la vida, incluso en casos más extremos puede manifestarse como ‘Ataques de pánico’.

Cuándo el mecanismo de la ‘Ansiedad’ recibe una señal de peligro, que puede llegar por cualquier estímulo que el cerebro perciba a través de los sentidos e incluso un simple pensamiento puede activarlo, se ‘enciende’ la alarma y comienza un proceso para adaptar el cuerpo a ese momento de estrés, hay que hacer frente a la amenaza, al depredador y para eso pone en marcha otro programa biológico de supervivencia que prepara al organismo para el ataque o la huida, incluso a veces para entrar en parálisis (Tanatosis), un programa muy antiguo de la naturaleza que ha permitido la supervivencia de cualquier ser vivo.

Para esa adaptación, sube el ritmo cardíaco y el respiratorio, ya que es necesario aumentar el caudal de sangre que transporte nutrientes y oxígeno, permitiendo así una mayor disponibilidad de energía; eso puede generar palpitaciones, variará la temperatura, se producirá sudoración, se dilatan las pupilas y eso hará que también se desatienden sistemas vitales como el inmunológico o el digestivo, ya que toda la energía (sangre) debe fluir a las extremidades, que al estar en plan de ataque/huída son necesarias para cubrir la necesidad del momento.

En ocasiones el sentimiento de peligro o miedo,va acompañado con cierta incertidumbre, ya el individuo no es capaz de registrar la ‘amenaza’ de forma consciente, pero si siente las manifestaciones ‘poco agradables’ que presenta su cuerpo y que lo vuelven un incomprendido, ya que no es capaz de explicarse o explicar a los demás lo que le está sucediendo.

Como el cerebro tiene la intención de mantener la supervivencia, siempre calculará el peor escenario posible, de esa forma cree estar preparado para hacerle frente a todo. Pero si en las memorias que el cerebro ya conoce, se registró un evento en el que consideró estar en peligro, eso hará que ahora ponga la atención en el futuro con intenciones de evitar que ese evento vuelva a suceder. La cuestión es, que cuando recibe una señal o estímulo asociado a ese recuerdo de peligro, para el cerebro será lo mismo que volver a vivirlo y eso hace que se active el mecanismo de ‘Ansiedad’ (ataque/huída) con la intención de hacer frente a la amenaza.

El estímulo o señal que active la ‘Ansiedad’ puede ser distinto en cada caso y con infinitas posibilidades. Por ejemplo, si en el momento del estrés vivido en el pasado, había mucha gente en el lugar, cuando el individuo se encuentre nuevamente en una muchedumbre, su cerebro puede conectar con ese recuerdo y activar el mecanismo de huída o ataque para hacer frente a la amenaza aunque ahora realmente no exista..
Otro ejemplo puede ser de la una persona que durante su embarazo, la mamá creyó que el momento del parto podría ser peligroso para su hijo, lo que programa al cerebro del niño con un miedo de que ‘llegar al final es peligroso’, algo que luego puede manifestarse con ‘Ansiedad’ cuando el individuo sienta que tiene que ‘terminar o llegar al final’ de algo.

En algunas ocasiones la ‘Ansiedad’ es acompañada por ‘Depresión’ y eso se debe a que el miedo o el estrés que el cerebro quiere evitar, está asociado a pérdidas vividas con frustración o a duelos no resueltos, que el individuo revive con cierta impotencia.

Es importante revisar los pensamientos cuando la ansiedad se dispara, allí puede haber información de la interpretación que el cerebro hace al considerar estar en peligro. También se obtendrá información al observar la forma en la que el individuo calma su ansiedad: el simbolismo que tiene para el cerebro la acción de fumar, comer, beber, etc nos da más indicios del origen del estrés.

Usar la respiración como ancla, puede ser beneficioso para salir de un ataque de ansiedad o pánico: Si ya sabemos que el peligro no es real y conocemos el funcionamiento de este mecanismo, eso nos da la oportunidad de tomar el control, tal vez requiera un entrenamiento, pero vale el esfuerzo: En el momento en que el cuerpo manifiesta señales de estrés (‘Ansiedad’), de forma consciente se puede dejar de respirar, haciendo que esa ‘falta de aire’ ahora sea la prioridad número uno en la que el cerebro ponga su atención y de esa forma dejará de lado cualquier otro estímulo, permitiéndote luego retomar la respiración lo más profunda y pausada posible, que el cerebro recibirá como señal de que no hay nada de que preocuparse.

Utilizando la Biodesprogramación vamos a revisar tu historia personal y encontrar cuál es la información que tu cerebro recibió como estimulo para luego desencadenar la ansiedad. Una información que se ha estado repitiendo de forma cíclica y que es muy probable se originó en tus primeros momentos de vida.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

¡Si lo deseas, te acompaño a encontrar el origen de este o cualquier síntoma e iniciar ya tu sanación!.
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Órganos y Emociones

Mal del transporte / Cinepatía / Cinetosis

Este síntoma también es llamado ‘Enfermedad del movimiento’. La Medicina nos dice que es el malestar que se inicia como ligero, con náuseas y somnolencia, para luego aumentar los síntomas, con impresión de desmayo inminente, lipotimia, vómitos, salivación y sudoración. Los movimientos de un vehículo (automóvil, avión, barco…) generan cambios bruscos en el centro de equilibrio, que se sitúa en el oído interno.

Los lactantes son inmunes a este mal porque todavía no llegan a la etapa de adaptación que necesita organización de las percepciones. Esos cambios bruscos producen la entrada de informaciones contradictorias a los centros de análisis de la información sensorial, la vista, el oído y los requerimientos musculares no concuerdan, lo que produce una perturbación.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha encontrado para solucionar un conflicto que el individuo no puede solucionar conscientemente. En este caso, las manifestaciones son varias, por lo que analizaremos las partes y entenderemos mejor el conjunto. Si existen los mareos es porque hay una información previa de miedo a que algo se derrumbe o caiga (real o simbólico), provocado principalmente por la incongruencia entre dos informaciónes que recibo, algo que las náuseas o posteriormente el vómito, indican que es algo que no logro aceptar, que resulta indigesto para mi y por eso el vómito es una manera rápida de deshacerme de él. La sudoración indica que el estrés es vivido con miedo y si se manifiesta un desmayo es porque ese miedo es aún mayor y hay una gran necesidad de escapar de ese lugar / momento / conflicto.

VARIANTES:

  • Desacuerdo entre dos o más fuentes de información: «Leo un libro que no se mueve y veo de reojo un paisaje que se mueve».
  • «Quiero llegar allí inmediatamente» + rencor.
  • Miedo por no poder controlar el movimiento (fase de estrés del conflicto con náuseas). Reparación: vómito + sudación («Rechazo y deseo liberarme para controlar»). Por ejemplo: no poder controlar nuestro destino y la manera de llegar a él; si estamos en automóvil, se soluciona dándole el volante a quien sufre este síntoma.

Si padezco de este síntoma debería revisar las memorias de mi vida o de mis ancestros, observar si hay accidentes en el transporte que el cerebro inconsciente no desea repetir. Luego entender que el miedo a la cosa atrae la cosa, por lo que es importante quitarle energía a un hecho del pasado, sino de esa manera provocamos la repetición.
Igualmente hay que considerar que el miedo a que algo se derrumbe o no mantenga su equilibrio puede ser más simbólico, como un ‘proyecto que se cae’, la ‘estructura de la organización se derrumba’, en el caso de este síntoma, por la incongruencia de dos información que se reciben y no me permiten mantenerme en control.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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Fiebre

La medicina nos dice que la Fiebre es la temperatura corporal superior a los 37 °C, medida en la boca o sobre el tímpano, o superior a 37,7 °C, medida en el recto.

Desde la biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica del cerebro a un conflicto que el individuo no puede resolver conscientemente. En este caso, analizamos la ‘Fiebre’, que es una palabra que deriva del latín ‘Febris’ y significa ‘Purificación”. Acción que el cerebro inconsciente intenta llevar a cabo en respuesta a un estímulo que considera dañino para el organismo y elevando la temperatura hace que la actividad del sistema inmunológico aumente y se puedan generar más anticuerpos para defenderse del ‘intruso’ o llevar a cabo esa ‘purificación’, incluso algunos grados más de temperatura permiten controlar la actividad de ciertos microorganismos, evitando su reproducción o directamente desactivarlos. Si hay fiebre es porque el individuo vive o ha vivido un conflicto dónde considera que está en riesgo su vida y por eso el inconsciente actúa en consecuencia.

VARIANTES:

  • La fiebre traduce, por un lado, el miedo al tiempo y a la muerte (real, imaginaria, simbólica o virtual) y por otro lado, una forma de culpabilidad. La fiebre reemplaza la fe quebrada.
  • Está ligada a los miedos más arcaicos (la tiroides es el termorregulador del organismo y su control está en el tronco cerebral = conflicto vital).
  • Solución a la ansiedad: se acabó la espera y el temor. «Esta vez lo logré».
  • «Debo purificarme».
  • La fiebre también es un medio de responder y de escapar a la crítica. Por ejemplo: los niños que elevan temperatura antes de los exámenes. También en relación con el miedo a volverse adultos.

Para el inconsciente, no hay términos medios, si hay miedo es porque considera que está o estuvo en riesgo la supervivencia y eso activará la fiebre, puede que conscientemente creamos que no fue para tanto, pero identificar cualquier miedo reciente propiciará la desactivación del programa y se revertirá el síntoma. Es importante tener en cuenta que el miedo puede ser desencadenado por un simple pensamiento, por ejemplo el ‘Miedo a una enfermedad a los microbios’ puede elevar la temperatura aunque realmente no exista nada externo que esté ‘atacando’ al organismo.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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Claustrofobia

La Medicina nos dice que la ‘Claustrofobia’ es un miedo enfermizo a los lugares cerrados.

Desde la biodesprogramación, observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente a través de la ejecución de un programa de supervivencia, intenta resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente.

Personalmente entiendo las fobias como una alergia psicológica, en la que el cerebro recibe un estímulo del ambiente, como si de un alérgeno se tratara, ese estímulo recibido representa, según la información precargada de ese cerebro, una amenaza a la supervivencia, lo que pondrá al organismo en ‘modo estrés’, es decir se ejecutará un programa de ataque/huida, que el individuo percibirá a través de su cuerpo, aceleración de la respiración, palpitaciones, ritmo cardíaco acelerado, sudoración, entra en un cuadro de miedo excesivo como lo describe la Medicina.

Es importante encontrar el origen de la información que le indica al cerebro que estar o sentirse ENCERRADO ES PELIGROSO para la supervivencia.

VARIANTES:

  • Verificar en la genealogía la muerte por encierro o sin probabilidad de escape, como campos de concentración y exterminio, o miedo a ser enterrado vivo, o ataque en un lugar cerrado. Estos programas pueden estar en alguna generación cercana.
  • Bebé que quedó atrapado en el canal durante el parto.
  • Bebé que nació enredado en el cordón umbilical.

Al reconocer el programa que tu cerebro automático está ejecutando, te da la oportunidad de tomar el control, entender que el encierro actual no es peligroso y a través de la respiración, como un ejercicio a practicar para que cada vez que lo necesite funcione mejor, en el momento que noto los signos de estrés, hago una respiración profunda, tomo el aire que mas pueda y lo mantengo, dejo de respirar el tiempo máximo que pueda para luego retomar una respiración normal, eso hará que el cerebro se olvide de todo lo demás y ponga la atención en esa falta de respiración/aire que sin dudas es para él prioridad absoluta. Como la claustrofobia no pasa por un impedimento físico, este ejercicio colabora con quitarle energía al programa, evita el estrés y te da el control consciente de la situación. Este ejercicio funciona para cualquier estado de estrés/miedo que se haya desencadenado por el inconsciente.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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El miedo/estrés

¿Cómo es el mecanismo biológico del miedo/estrés y cómo afecta el funcionamiento del cuerpo?

El miedo/estrés es una de las emociones más primitivas, de la cual se desencadenan todas esos/as sentimientos/sensaciones que normalmente evitamos y que para nada deseamos vivenciar, pero si hacemos consciente la manera en que el cerebro, el centro control del cuerpo, actúa al respecto, se puede dejar de ser víctimas de ese mecanismo, aprender a controlarlo, tomar la enseñanza que trae consigo y procurar así una vida de salud y armonía.

Es un programa (procedimiento o información que determina un conjunto de acciones que tienen el objetivo de alcanzar un resultado) muy arcaico, que ejecuta la parte más antiguas del cerebro y que se rige por leyes biológicas de supervivencia: Su primera ley es mantenernos vivos en el instante siguiente, para lo que utilizará la mayor cantidad de energía que el cuerpo pueda proveer; resolviendo así la situación con tres opciones posibles: Ataque, Huida o Parálisis (Tanatosis), acciones necesarias en un entorno natural donde los roles presa/depredador están vigentes y existe el riesgo de perder la vida, una realidad que ha formado parte del desarrollo de la mayoría de los seres vivos durante millones de años, incluido obviamente el Homo Sapiens. La opción del programa que se elija, sea Ataque, Huida o Parálisis, dependerá del mismo cerebro, que en ese instante y según sus consideraciones, utilizará aquella con más probabilidad de éxito.

Sin dudas, este ha sido el programa de defensa por excelencia, que a lo largo de la historia de los seres vivos, a través de la prueba y el éxito ha logrado evolucionar hasta la actualidad, dejando atrás a los menos aptos que perdían la vida en el intento y dónde radica la raíz de todo miedo: ¡Evitar ser atrapado por el depredador y morir! Una interpretación que aún en la actualidad sigue haciendo la parte más antigua del cerebro y que en menor o en mayor medida, su intensidad de acción estará ligada al tamaño del conflicto que se vive y que cree que debe solucionar.

¿Pero por qué a estas instancias de la evolución el cerebro sigue utilizando programas con millones de años de antigüedad?

Para graficar mejor, vamos a comparar a nuestro cerebro con una computadora, que tiene programas e información previamente cargados que lo hacen funcionar, pero que al contrario de la máquina, que se le pueden borrar los programas viejos e instalar versiones nuevas, con nuestro cerebro no pasa lo mismo, porque sus discos no fueron actualizados, sino que se le fueron agregando partes, pero las más antiguas aún siguen funcionando con su propia información, compuesta por programas de supervivencia, donde mantenernos vivos en el instante siguiente es su prioridad y que aún hoy tienen superioridad ante las partes más nuevas del cerebro. Obviamente ya no hay que luchar con la bestia para no ser comido o atrapado, pero cualquier amenaza actual que la parte más antigua del cerebro registre, será resuelta con el mismo procedimiento, utilizando el programa de Ataque/Huida/Parálisis que pondrá en estado alerta a todo el cuerpo. Por ejemplo se utilizará ante la autoridad de un jefe que maltrata, en una pelea en la calle, en una discusión familiar, etc.; la vida que el Homo Sapiens lleva en la actualidad, lo enfrentan a infinitas y constantes situaciones de miedo/estrés; tal vez con diferente intensidad una vivencia que otra, pero todas se intentaran resolver con este antiguo mecanismo.

Como se mencionó anteriormente, la principal regla para el funcionamiento cerebral, es mantenernos vivos en el instante siguiente. Por eso hará todo lo posible para cumplir con ese objetivo y mantener con vida al organismo. Se encarga de la respiración, la circulación, la digestión y todos esos procesos que el cerebro automático maneja sin que se tenga que pensar en hacer, cumpliendo así con su regla principal, por eso no hay dudas de que toda acción que tome el cerebro, lo hará con la mejor intención y eficiencia, aunque en alguna oportunidad esa eficiencia puede resultar poco inteligente, ya que activar programas que generen ciertos síntomas (acciones de reparación) o cambios en el cuerpo, finalmente pueden acabar con la vida del individuo por el agotamiento de su energía.

Evitar al depredador y terminar siendo la presa, ha sido el mecanismo por excelencia que nos ha permitido evolucionar y que nos ha traído hasta la actualidad, por eso vamos a ver lo que sucede con nuestra biología (cerebro/cuerpo) ante situaciones de miedo/estrés:

A través de su perspectiva, el cerebro interpreta el ambiente con todo lo que captan los sentidos. En el caso de registrar alguna señal que según su información previamente adquirida, represente una amenaza para el individuo, se activará el programa de Ataque/Huida/Parálisis y su intensidad y rapidez, estarán ligadas al tamaño y la intensidad del conflicto que se necesita resolver:

La orden inicial parte del Hipotálamo, una parte del cerebro que comenzará a liberar CRH (Corticoliberina), una hormona que estimula a la Hipófisis (otra parte del cerebro) a que libere hormonas ACTH (Corticotropina) al torrente sanguíneo, lo que a su vez estimula a las Glándulas Suprarrenales (las que se encuentran sobre el riñón) a que comiencen a liberar Cortisol (Hidrocortisona) en la sangre, siendo esta hormona el mensaje químico que pone en aviso a todos los sistemas del cuerpo para iniciar el programa Ataque/Huida/Parálisis. En simultaneo, el riñón que también produce hormonas,, comenzará a liberar Adrenalina y Norepinefrina que también actuarán de mensajeros químicos, con el mismo objetivo de favorecer el programa que se debe ejecutar ante el riesgo.

En este punto, también es importante resaltar la capacidad que tiene el cerebro en optimizar procesos que le permitan el ahorro de energía o redirigirla hacia dónde sea más conviene en un momento determinado, evitando así su mayor miedo: ¡quedarse sin energía o ser atrapado y morir!. Por esto mismo, cuando se activa el programa Ataque/Huida/Parálisis, dónde la necesidad de éxito es fundamental por el riesgo de vida que se corre, el programa obtendrá absoluta prioridad y le quitará energía a muchos otros procesos que también son vitales, pero que para el momento de escapar del depredador no son necesarios:

Inhibición del Sistema Inmunológico: El cortisol disminuye la actividad del sistema y su funcionamiento es deficiente, debilitando la barrera de defensa más importante del cuerpo.
Por ejemplo a los pacientes trasplantados se les prescribe cortisol para desactivar las acciones del Sistema Inmune y así evitar que el órgano recién implantado sea detectado como un intruso y lo rechace. Algo que pone en total evidencia lo nocivo que puede ser para la salud vivir constantemente en situaciones de miedo/estrés que expongan al organismo a grandes cantidades de Cortisol.

Aumento de la frecuencia cardíaca: La función que cumple la sangre de trasladar nutrientes (glucosa, oxígeno, hormonas, etc.) es fundamental en esos momentos, por eso se aumentará la frecuencia en los latidos del corazón. La mayor cantidad de sangre posible irá hacia las extremidades, ya que son de gran necesidad para el programa de Ataque/Huida/Parálisis. También se necesitará oxigenar más y quitar dióxido de carbono de la sangre, que fluirá con más frecuencia en los pulmones. Se necesitará también distribuir con mayor rapidez la glucosa (azúcar/energía) que por la misma estimulación hormonal el hígado libera en la sangre para favorecer también el programa. En casos extremos también pueden sufrirse palpitaciones y/o aumento o descenso de la presión sanguínea.

Inhibición del Sistema Digestivo: El proceso de digestión y otras actividades que realizan los intestinos es suspendida, no es necesario procesar los alimentos mientras esté activo el programa de Lucha/Huida/Parálisis y la energía es redirigida a los sistemas que sí son relevantes para escapar del depredador.

Relajación de los bronquios: Alcanzando ese estado, los bronquios permiten que sea mayor el caudal de aire que se intercambia, por consecuencia va a aumentar la cantidad de oxígeno que los pulmones puedan absorber, un componente de extrema vitalidad para todos los sistemas y procesos que se nutren de él y que son necesarios para la ejecución del programa de Ataque/Huida/Parálisis. Como parte del mismo proceso, a través de la exhalación aumenta la cantidad de dióxido de carbono que se despide al ambiente.

Dilatación de las pupilas: La expansión de las pupilas, es un mecanismo que se activa para que ingrese mayor cantidad de luz al ojo, permitiendo aumentar su capacidad visual, algo que es extremadamente necesario para cumplir con la ejecución del programa de Ataque/Huida/Parálisis. Cuanta más visual se tenga del panorama, mayores serán las probabilidades de éxito (mantenerse con vida) durante la resolución del conflicto que se está vivenciando.

Considerando que es el cerebro inconsciente (en automático) el que ejecuta el programa de Ataque/Huida/Parálisis, en muchas ocasiones, la evaluación de riesgo que hace, pone en marcha el mecanismo ya descripto y el individuo de forma consiente no sabe por qué el cuerpo está reaccionando de esa forma. Por ejemplo: no siempre se es consciente del polen que puede haber en el aire, pero si el cerebro inconsciente, al que no se le escapa nada, considera que es una amenaza (Alergia), porque según sus registros previos ese componente está asociado a una vivencia desagradable y considera que puede repetirse, va a activar el programa de supervivencia aún cuando el individuo no se haya percatado conscientemente de que el polen estaba allí.
Otro ejemplo y algo más extremo por su intensidad, puede suceder en los ataques de pánico, dónde muchas veces el miedo/estrés se genera inconscientemente y la persona no entiende que fue lo que lo generó su estado, vivenciando de forma extrema los cambios físico/químicos ya descriptos.

Si bien la producción de Cortisol es normal y necesaria para poder afrontar aquellas tareas diarias que se necesitan resolver, un alto o constante estado de miedo/estrés va a perjudicar el funcionamiento del cuerpo, porque no ha sido diseñado para soportar esas cargas y mucho menos que se prolonguen en el tiempo. En la naturaleza el cerebro de un animal que resolvió el conflicto de supervivencia, hará todo lo necesario para que su biología (cerebro/cuerpo) vuelva a la normalidad lo antes posible y así poder seguir con su vida, pero para el Homo Sapiens, que es un Ser emocional y racional, el apego con lo sucedido, lo puede mantener conectado al evento, lo que para el cerebro es lo mismo que revivir constantemente ese estado de miedo/estrés, haciendo que el programa de supervivencia Ataque/Huida/Parálisis esté en constante ejecución, algo que resulta muy negativo para la salud en general.

En este video se puede ver como el animal, aprovechando la distracción de su depredador, comienza a recuperarse, observándose un temblequeo (epicrisis) que indica que su cerebro está resolviendo el conflicto de movimiento (por verse atrapado), para luego incorporarse y continuar así con su vida.

Al integrar esta información podemos darnos cuenta de lo importante que es observar el propio estado emocional, hay allí un indicativo del grado de miedo/estrés que cada individuo está vivenciando en su presente y como ya se explicó, la constante ejecución del programa de Ataque/Huida/Parálisis, que demanda mucha energía y que en el afán de administrarla mejor, desatiende procesos vitales a los que les quita su energía, va generando así infinidad de síntomas (enfermedades) e incluso en algunos casos agotando al organismo hasta su muerte.

Por eso mantener un equilibrio entre los estados de estrés/miedo y los de relajación es de vital importancia para el organismo, en los periodos de descanso le dará tiempo para reparar los órganos en los sistemas involucrados con el programa de Ataque/Huida/Parálisis y algo aún más importante, volver la atención a todos esos sistemas y procesos que fueron desatendidos porque se consideró que no eran de utilidad para escapar del depredador.

En la actualidad es casi imposible no tener focos de miedo/estrés activos, por eso, para mantener el equilibrio vital, es recomendable realizar actividad física (cualquiera que ponga en movimiento el cuerpo), procurar una alimentación natural, variada y acorde al gasto calórico diario. Obviamente sin olvidar lo más importante, el ‘Amor propio’, que considero es la energía vital por excelencia y que en su ausencia puede hacer que el organismo funcione de forma deficiente.

También será parte de ese «Amor propio» atender y principalmente entender los miedos, saber cual es la interpretación de peligro que hace el cerebro inconsciente, permitirá evidenciar la información previa que utiliza y la cual lo llevó a ejecutar el programa de supervivencia; una información que como ya se explicó pertenece a la propia vida o a la de su clan familiar y que a través de la Biodesprogramación, es posible hallar el origen de ese miedo/estrés, gestionar de forma consciente la emoción que aún esté pendiente y así permitir la resolución efectiva del programa de supervivencia, para que el cerebro inconsciente interprete que se resolvió y que ya no necesita ejecutar (o repetir) más el programa de Lucha/Huida/Parálisis, haciendo que el individuo sane y por consecuencia pueda alcanzar un estado óptimo de salud y bienestar.

Bibliografía:
«Medicina Ancestral y Epigenética» Dra. Florencia Dafne Raele
«La Nueva Medicina Germánica» Dr. Rike Geer Hamer