Órganos y Emociones

Marihuana

La dependencia de la marihuana se da cuando el cerebro se adapta a grandes cantidades de la sustancia y reduce la producción de sus propios neurotransmisores endocannabinoides y la sensibilidad a ellos.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una ‘SOLUCIÓN BIOLÓGICA’ que el cerebro inconsciente eligió para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de elegir una SUSTANCIA como ‘SOLUCIÓN’, el cerebro está buscando obtener de ella una ‘SENSACIÓN’ o RECREAR UN ‘ESTADO EMOCIONAL’ que en un momento pasado FALTÓ o NO LE SUPIERON DAR.
Como toda ‘ADICCIÓN’, el conflicto base se generó por una FALTA DE COMUNICACIÓN: ‘A = SIN’ y ‘DICCIÓN =PALABRA’ lo que da indicios de que la persona adicta, en sus momentos de necesidad, principalmente cuando era niño, NO TUVO EL LUGAR PARA EXPRESAR SUS EMOCIONES O SENTIMIENTOS, O CUANDO LO HIZO NO SE LO TUVO EN CUENTA.
En el caso de la ‘MARIHUANA’ vamos a observar al ÓVULO recién fecundado, que utilizando su única reserva de ALIMENTO o ENERGÍA (1er conflicto de alimento) debe dirigirse al ÚTERO (= NIDO = CASA) para su IMPLANTACIÓN, un evento de vital importancia, que si no sucede, pone en RIESGO SU VIDA y no se lograría el embarazo. Pero para que la ‘IMPLANTACIÓN’ suceda, es necesaria la participación de una molécula (Ligando) llamada ‘ANANDAMIDA’ que se clasifica como un ‘CANNABINOIDE’.
Por este motivo, el cerebro inconsciente del individuo que consume marihuana, ante ciertas circunstancias de la vida en las que se siente SEPARADO E INDEFENSO, busca obtener el CANNABINOIDE de la planta, para así recrear el momento de la IMPLANTACIÓN y proveer la ‘SOLUCIÓN’ a su conflicto de SEPARACIÓN E INDEFENSIÓN. Incluso la recreación es tan exacta, que luego de haber consumido marihuana, el individuo siente una necesidad desesperante de comer, la ‘GULA’, que replica el hambre de ese óvulo que gastó su única fuente de alimento o energía para hacer el viaje hasta el útero y así lograr la implantación.
A nivel EMOCIONAL, el individuo está buscando la ‘implantación en mamá’, para OBTENER ASÍ LA NUTRICIÓN Y LA SEGURIDAD de vida que ella puede proveer, dejando en evidencia, que la relación con su progenitora no ha estado en equilibrio, tal vez ella ha sido o es muy sobreprotectora, o en la polaridad contraria, ha estado ausente física o emocionalmente; que para cualquiera de los dos casos, hizo que el desarrollo del niño estuviera limitado y que en el aprendizaje no logró obtener los recursos necesarios para poder enfrentar su vida de adulto, derivando luego en el consumo de la SUSTANCIA QUE SERÁ NECESARIA PARA SENTIRSE IMPLANTADO Y SEGURO en ámbitos (Hogar, grupos, etc.) que plantean obstáculos o necesidades que por sí solo no pueda manejar.

VARIANTES:

  • Ayuda a manejar una separación entre un hombre y una mujer, y mi identidad o posición frente a esa separación.
  • Droga del adolescente que se busca a sí mismo, que no sabe qué vino a hacer a la vida. El útero segrega una molécula que es captada por el huevo. Esta molécula, la anandamida -un cannabinoide – administra la implantación del huevo. Si no lo hace, habrá un embarazo fallido. Esto nos lleva a un conflicto de elección: «Elijo vivir?, ¿Para qué?». En la pubertad la persona se vuelve a preguntar eso y se dispara la necesidad de implantarse en el mundo adulto.

  • A) 1er conflicto que programa / B) 2do que desencadena:
  • A) PROGRAMANTES:
    ** Conflicto con la implantación del bebé en el útero (la madre por alguna razón sufre un miedo respecto al implante): No lo desea. O lo desea, pero como ya perdió uno teme que eso vuelva a ocurrir.
    ** Conflicto en relación con la casa (NIDO) en la etapa comprendida entre 9 meses antes de la Concepción y hasta 3 años de vida del niño, por una preocupación de no tener casa, o no tenerla lista para recibir al bebé.
  • B) DESENCADENANTES:
    ** Conflicto de separación en relación con la vivienda o la casa. Por ej. si la madre se separó del padre y ella no lo deseado en su útero, el hijo debe hacer algo para quedarse en la casa de la madre (= ÚTERO) que no lo quiso, buscará implantarse a través de la marihuana (cannabinoide).
    ** Mudanzas, cambios de casa.
    ** Nuevos ámbitos que generan ‘inseguridad’.

La adicción a la marihuana, es la manifestación del cerebro inconsciente actuando desde las necesidades de tu niño/a interior, que BUSCA LA SEGURIDAD que por sí solo no aprendiste a darte, ya que el ambiente emocional en el que te desarrollaste no te dio las referencias para lograrlo.
Y lejos de culpar a mamá, sino todo lo contrario, será importante comprender su actuación en estos casos, y lograr una aceptación absoluta de su persona, que te permita integrarla con amor y sin juicio: Si mamá fue o es muy ‘sobreprotectora’, es por que en su inconsciente hay miedos o vivencias ‘no agradables’ que a través de la sobreprotección, ella ‘evita’ que sus hijos vivan lo mismo. Si de lo contrario, mamá no estuvo física o emocionalmente, es porque ella ‘no supo estar’ ya que todos los comportamientos son aprendidos, seguramente esa es la forma que aprendió de sus propios padres (tus abuelos).
Con esta nueva perspectiva, al tener consciencia del mecanismo que el cerebro pone en marcha con la utilización de la marihuana, te da la oportunidad de conocer las necesidades de tu niño/a interior, para ocuparte de aprender y obtener los recursos necesarios para ser un adulto que se sienta seguro ante los obstáculos y necesidades que la vida te va planteando.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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Conceptos

Hijos adictos

Es común hablar con madres o padres que consultan por la adicción de sus hijos, preguntan ‘¿Cómo pueden ayudarlos?’ y para responder a esa pregunta, hace falta formar una idea, para que antes de pensar en cualquier ‘ayuda’ puedas comprender que los hijos son el producto de la programación que por ausencia o presencia recibieron de sus padres o de quienes hayan ocupado esos roles.

En primera instancia debemos integrar la perspectiva que tiene la Biodesprogramación acerca de una adicción: Siempre observamos el síntoma como la ‘SOLUCIÓN BIOLÓGICA’ del cerebro inconsciente para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. EN EL CASO DE ELEGIR UNA SUSTANCIA COMO ‘SOLUCIÓN’, EL CEREBRO ESTÁ BUSCANDO OBTENER DE ELLA UNA ‘SENSACIÓN’ O RECREAR UN ‘ESTADO EMOCIONAL’ QUE EN UN MOMENTO ANTERIOR FALTÓ O NO LE SUPIERON DAR. Por esto mismo, tampoco será casualidad que se elija una sustancia u otra, ya que cada una de ellas tiene un simbolismo preciso para el cerebro que da información acerca de lo que faltó o intenta reemplazar: Por ejemplo la ‘marihuana’ intenta recrear ‘la seguridad de mamá’, así como el ‘tabaco’ o el ‘alcohol’ que busca ‘la protección de papá’, o la ‘cocaína’ que da ‘la seguridad para mantener el control’ y la lista puede ser infinita, ya que se puede ser adicto a cualquier cosa que el cerebro necesite de forma repetida o exagerada, como puede ser la comida, el café, el juego, el celular, el azúcar, un medicamento, etc.
La palabra ‘ADICCIÓN’ también nos indica que el conflicto base se generó por una FALTA DE COMUNICACIÓN: ‘A = SIN’ y ‘DICCIÓN =PALABRA’ por lo que podemos agregar, que la persona que padece alguna adicción, en sus momentos de necesidad, principalmente cuando era niño, NO TUVO EL LUGAR PARA EXPRESAR SUS EMOCIONES O SENTIMIENTOS, O CUANDO REALMENTE LO HIZO NO FUE TENIDO EN CUENTA.

Ahora que sabemos como funciona una adicción, debemos comprender cuándo fue que el cerebro se programó de esa forma y eso sucedió durante los primeros años de vida del niño, aproximadamente hasta los 7 cuando se formó su personalidad, periodo en el que cerebro grabó como verdad y sin cuestionamiento, todo lo que sucedió en el ambiente (emocional) en el que se desarrolló, es decir, con todo lo que el niño vivió por ausencia o presencia de los padres o de quienes hayan ocupado esos roles.

Y aquí es muy importante aclarar, que no se trata de buscar ‘CULPABLES’ YA QUE NO LOS HAY, así como el cerebro del niño (hijo) se programa a través de los padres, sus padres se programaron a través de los suyos (abuelos del niño), todos involucrados en un MECANISMO BIOLÓGICO DE EVOLUCIÓN QUE RIGE EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO y que este artículo busca hacer evidente, para obtener una perspectiva que te permita comprender la adicción de tu hijo/a.

Si ponemos atención en el ambiente emocional del niño que se convirtió luego en adicto, posiblemente encontremos alguna de estas posibilidades:

  • Madre, padre o los dos con personalidad sobreprotectora.
  • Madre, padre o los dos con personalidad castrante, fría, ausente o indiferente.
  • Madre sobreprotectora, padre castrante, o viceversa.
  • Ancestro del que se es doble y vivió alguna de las posibilidades anteriores.

Un ambiente emocional con alguna de estas características dejan en evidencia, que en momentos de necesidad, el niño no tuvo el lugar para expresar sus emociones y sentimientos, o cuando lo hizo no fueron tenidos en cuenta, DANDO MUESTRA DE LA FALTA DE COMUNICACIÓN QUE ES LA BASE DE TODA ADICCIÓN.
Esta misma situación, atenta también contra la libertad de ese Ser que se está formando, ya que debe aprender que en la vida existen ´LÍMITES’ y si el niño en su momento no los obtuvo de una forma amorosa y equilibrada, cuando aparezcan en su vida de adulto, no sabrá lidiar con ellos (límites) y eso hará que fácilmente caiga en una ‘FRUSTRACIÓN’, que luego va a requerir de la sustancia a la que se es adicto para poder superar esas circunstancias que no aprendió a controlar.

Padres sobreprotectores o desinteresados en extremo, no le permiten al niño explorar de forma sana su libertad, ya que ninguno de esos modelos enseña de forma equilibrada las ‘reglas de juego’ que luego le servirán como guía en su vida de adulto. Así que si tienes un hijo adicto, en primera instancia está reclamando tu atención, está buscando que le demuestres ese amor que por alguna razón o circunstancia no le pudiste dar en su momento o que la forma que elegiste para hacerlo no lo tuvo realmente en cuenta. Su adicción está pidiendo una guía sana (límites), que lo escuches y consideres siempre sus emociones y sentimientos, independientemente de lo que como madre o padre creas que es mejor para él/ella, que abras un canal de comunicación sincero, que te permita considerar su manera de ver la vida y expresar lo que necesite, para así poder llegar a un consenso que los beneficie a todos.

Si tu hijo está a tu cargo, es adolescente, tu tarea será EQUILIBRAR ESE AMOR CON LOS LÍMITES, principalmente con lo que tenga que ver con su adicción, no le tengas lástima o sientas culpa, ya que eso sería generar situaciones similares a las que lo llevaron a la adicción, su inconscientemente está reclamando amor y límites, no otra cosa!

En cambio, si tu hijo ya es un adulto y en esta situación es cuando muchas veces queda en evidencia que fuiste o sos un padre o una madre sobreprotectora, aunque sea duro de asumir, lo que podías hacer para que tu hijo/a no sea un adicto quedó ya en el tiempo. Ahora debes dejar que viva su vida de la forma que el o ella elija y si lo/a deseas acompañar, puedes hacerlo sin invadir su libertad, mostrándole las diferentes alternativas que le permitan sanar su adicción, ya sea una terapia o cualquier tratamiento, para que en su libertad, si así lo desea, pueda tomar cuando lo que crea conveniente.

Desde la Biodesprogramación entendemos que nadie puede ayudar a nadie, como el origen de todo lo que sucede en nuestra vida está relación absoluta con la información interior que nos creo, en todos los casos, el único que puede llegar a ella, es el propio individuo y para eso no existe ningún tipo de ayuda posible, ya que nadie puede llegar a la información de otro ni tampoco vivir sus emociones; por eso se dice que el viaje de crecimiento es únicamente hacia el interior, un viaje de autoconocimiento, que puede ser acompañado, pero que cada uno tendrá que encargarse de su parte.

Si deseas acompañar a tu hijo, dale el amor que le hizo falta, en equilibrio y poniendo límites si es que aún estás a tiempo, siempre dándole la oportunidad de expresar sus emociones y sentimientos, para que sepa el valor que tiene para ti y de esa forma reconozca su propio valor, algo que le será muy beneficioso para el resto de su vida.