Órganos y Emociones

Bruxismo

La Medicina nos dice que el BRUXISMO es la costumbre de rechinar los dientes y que produce una contractura inconsciente de los músculos elevadores de la mandíbula.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha elegido para ‘RESOLVER UN CONFLICTO’ que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso del BRUXISMO, los órganos intervinientes son los DIENTES y si analizamos sus funciones biológicas podemos determinar que su utilizan en la FONACIÓN (HABLAR), para masticar o ATRAPAR EL BOCADO, así como también de forma arcaica se utilizaron para PELEAR (DEFENSA); por lo que el inconsciente utilizará el síntoma como solución, mientras el individuo duerme, para EXPRESAR (simulando HABLAR) todo aquello que conscientemente se REPRIME (broncas, enojo, ira) con el fin de evitar PELEAR o generar disputas en su TERRITORIO. Considerando TERRITORIO a todo lo que el individuo ama o le antepone el adjetivo posesivo ‘MI’: Mi casa, mi marido, mi novia, mi familia, mi trabajo, etc…
La cantidad y la duración de presión que se ejerza, estará directamente relacionada con la intensidad de las emociones que el individuo reprima.

VARIANTES:

  • Párkinson de la mandíbula, conflicto de tener que callarse (ocultismo, secreto familiar, tortura, incesto, consanguinidad…). La ley del silencio. Hacer los gestos de la palabra (articulación de lo no dicho). Es hablar en el silencio, es como si habláramos y evacuáramos el verbo, lo indecible, a través de la biología. En relación con el padre o con el ánimus (lado masculino) de la madre.
  • iCállate!».
  • Constelación cerebral (dos conflictos activos): Uno en el área de motricidad de la corteza cerebral (que juntará miedo, desvalorización e impotencia) y otro en el hemisferio opuesto en cualquier control que atañe a los conflictos de territorio. Por ejemplo: miedo a hablar y provocar disputas en el territorio o a que se nos ataque.

Si padeces de este síntoma, sin dudas te estás quedando con broncas o enojos que no logras expresar, entendiendo que no lo haces para no generar peleas o conflictos. Como siempre digo, el arma más potente para defenderte es la comunicación, ya que si encuentras las palabras correctas y las acompañas con buena forma (y eso va a requerir que aprendas a controlar tu temperamento), serás capaz de expresar tus acuerdos y desacuerdos sin necesidad de generar una pelea o conflicto.
Si el territorio dónde vives el enojo no te permite la expresión, por ejemplo en el trabajo con un jefe autoritario, puedes utilizar la psicomagia para descargar tus emociones: En un momento que tengas para ti, al volver a casa por ejemplo, cierras los ojos, imagina a ese jefe frente tuyo y le dices todo lo que tengas ganas. Lo importante es darle salida a la energía acumulada de tus emociones reprimidas, seguramente te vas a sentir más relajado/a y tus muelas y dientes te lo agradecerán.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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