Órganos y Emociones

Fracturas

La Medicina nos dice que una fractura es una ruptura parcial o total del hueso. Cuando se produce una fractura, esta se clasifica como abierta o cerrada: “Fractura abierta o compuesta” cuando el hueso asoma por la piel y se puede ver, o una herida profunda expone el hueso a través de la piel. “Fractura cerrada o simple” cuando el hueso se rompe, pero la piel permanece intacta.

Las causas de las fracturas de hueso pueden ser los traumatismos, el uso excesivo y las enfermedades que debilitan los huesos. El síntoma principal es el dolor. También puede haber pérdida de funcionalidad según el área afectada y el tratamiento generalmente implica volver a colocar el hueso en su lugar y, luego, inmovilizarlo con un yeso o una férula para darle tiempo a que sane. Algunas veces, puede ser necesario hacer una cirugía o colocar varillas de metal para volver a acomodar el hueso.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha ejecutado para resolver un conflicto que el individuo no es capaz de solucionar conscientemente. En el caso de una ‘Fractura’ y aunque sólo parezca un ‘accidente’ realmente no lo es. Debemos recordar que el cerebro inconsciente maneja el 97 % de los procesos cerebrales, sin supervisión y en automático, quedando muy en claro, que cada decisión y acción que se toma en nuestro cuerpo, se lleva a cabo bajo la supervisión de esa mente inconsciente, por lo que podemos afirmar, que si alguna parte del cuerpo sufre algún traumatismo o golpe, es porque el cerebro generó las condiciones para que eso suceda. La fractura será la solución biológica que el cerebro encontró para REPARAR un hueso que estuvo expuesto a un estrés: posiblemente un conflicto de DESVALORIZACIÓN por un MOVIMIENTO (ACCIÓN) IMPEDIDO O NO DESEADO y en este caso, el callo óseo que se forma al soldar la fractura, será más fuerte que si sólo se repara el desgaste del hueso sin quebrarlo. La zona o el hueso afectado, según su función nos dará más indicios del conflicto.

VARIANTES:

  • Conflicto de desvalorización que fragilizó la zona, que puede fracturarse con un golpe mínimo. Ruptura definitiva en el espacio-tiempo.
  • La fractura de un hueso es una fase de reparación de una desvalorización.

Tobillo: Conflicto de dirección y apoyo.
Muñeca: Conflicto con el ayudar o recibir ayuda.
Manos: Conflicto con el hacer / trabajo / padre.
Pies: Conflicto con el avanzar / madre.
Rodilla: Conflicto con una autoridad / flexibilidad / rigidez.
Hombro: Conflicto con tener que cargar y el apoyo.

Si has sufrido una fractura, deberías recordar cuando sucedió y encontrar CUÁL FUE LA SITUACIÓN QUE SE RESOLVIÓ EN ESE MOMENTO, allí vas a encontrar el motivo por el cuál el cerebro decidió romper el hueso a reparar. Al tomar consciencia de tales acciones, el proceso de reparación se acelerará y además te dará la oportunidad de resignificar lo que has vivido, ya que en esas vivencias también hay un aprendizaje que integrar.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

¡Si lo deseas, te acompaño a encontrar el origen emocional de tu Diabetes o de cualquier síntoma para iniciar ya tu sanación!.
¡PONTE EN CONTACTO CONMIGO!

Órganos y Emociones

Osteoporosis

La Medicina nos dice que la ‘Osteoporosis’ es la disminución de la trama proteica del hueso. Se reduce la masa ósea, acompañada por una alteración de la arquitectura de ese tejido. El hueso se deteriora, se estrecha, se fragiliza y puede fracturarse fácilmente (la generación de masa ósea está gobernada por la vitamina D y varias hormonas, entre las cuales contamos los estrógenos femeninos).

El desequilibrio entre la actividad de los osteoblastos y los osteoclastos que están más activos que los primeros, producen la fragilidad ósea, presentando así, síntomas como: deformaciones óseas, dolores especialmente en el raquis dorsolumbar, fracturas (a menudo en la cadera, muñeca, cuello del fémur, vértebras).

DESVALORIZACIÓN: Quitarle prioridad a mis emociones y sentimientos para anteponer otra/s razón/es.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como la solución biológica que el cerebro inconsciente ha encontrado para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de la ‘Osteoporosis’ que afecta a los huesos y que tienen la función de ‘mantener erguida la estructura’ (cuerpo) y que para el cerebro representa simbólicamente la manera en que nos ‘plantamos’ ante la vida, el síntoma indica que el estrés que se vive o se ha vivenciado, ha puesto en juego el VALOR y el lugar que ocupo como persona (desvalorización), para lo que el cerebro, propone como solución: Hacer poros en su interior (huesos) y de esa manera simbólica, ‘hacerme desaparecer’. Por ejemplo, los huesos de las aves, que al ser huecos y por consecuencia más livianos, permiten el vuelo y ante un depredador potencial poder ‘irse’ o ‘escaparse’ de forma eficiente, por lo que esto representa una ventaja que la naturaleza considera.
Además, al afectarse los huesos, que son los órganos ‘más profundos’ del cuerpo, indican que el síntoma que los afecta conlleva un estrés que ha impactado en lo más ‘profundo del Ser’ o que se ha mantenido a lo largo del tiempo. Siempre el ‘tamaño’ del síntoma se corresponde con el ‘tamaño’ del estrés.

VARIANTES:

  • Desvalorización global, crónica, lenta y progresiva en un clima de aceptación o resignación. Por ejemplo: una mujer ya no se sentía atractiva al envejecer, no podrá fecundar después de la menopausia, lo que puede provocar una desvalorización global. Ya no se siente útil.
  • «Haber sido y ya no ser». Ligera desvalorización progresiva global relacionada con lo que uno piensa de sí mismo en su vida, especialmente en el último tercio de su vida. «No valgo nada, soy feo». Conflicto por el envejecimiento: «Quiero permanecer joven». «Así como viene la cosa prefiero ‘borrarme’ sin dejar rastros, desintegrarme».
  • Desvalorización total: «No debe quedar nada de mí cuando haya muerto, ni siquiera mis huesos». Conflicto del tipo «Lo que está podrido no se renueva».
  • Conflicto de no ser lo suficientemente dotado, es decir, de no poder acceder a nuestros dones naturales, que se han ido borrando y que ahora no se pueden usar, lo que nos vuelve nulos e irrelevantes.

Si padeces de éste síntoma debes revisar en qué áreas de tu vida dejaste de darte el valor que te mereces. Es importante entender que ese valor no viene de nada externo, que depende exclusivamente de la decisión de amarse a uno/a mismo/a y que a su vez, eso le enseña a los demás a reconocer tu propio valor. Incluso, si no te sientes cómodo/a con alguien o en algún lugar, utilices ese amor propio para salir ahí y no esperar que el cerebro ahueque tus huesos como una forma de decirte que ‘desaparezcas de ahí’.
En este caso, se te invita a observar el síntoma como la guía para encontrar su origen emocional y que la toma de conciencia, le indique al cerebro que el conflicto se ha terminado, haciendo que comience a reparar la parte afectada de tus huesos.

Es importante tener en cuenta, que no es una falta de calcio lo que genera este síntoma, ya que el hueso tiene menos trama ósea, pero la que tiene contiene la cantidad correcta de calcio. El hecho de suplementar con calcio para combatir la osteoporosis es inutil, puesto que no se carece de ese elemento y se lo eliminará por la orina, algo que puede ser interpretado erróneamente por una «expulsión» patológica del calcio. Esto hace que se vuelva a creer que falta calcio, iniciándose una carrera sin fin contra algo que no está sucediendo. El cerebro recién retendrá calcio cuando lo necesite, es decir, cuando haya que tapar las porosidades del hueso y eso sucederá cuando se haga el duelo del conflicto (Toma de conciencia).

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

¡Si lo deseas, te acompaño a encontrar el origen de cualquier síntoma e iniciar tu sanación!.
¡PONTE EN CONTACTO CONMIGO!