Etiqueta: estomacal

La Medicina nos dice que la ‘Pirosis’ es la sensación de ardor se origina por la exposición del esófago bajo a los contenidos ácidos del estómago. Normalmente, el esfínter esofágico inferior (EEI) que separa al estómago del esófago se debería contraer para evitar esta situación. Si el esfínter se relaja por alguna razón (como ocurre habitualmente al tragar), los contenidos del estómago, mezclados con ácido gástrico, pueden regresar al esófago.

Este regreso se conoce también como reflujo, y puede convertirse en enfermedad de reflujo gastroesofágico si ocurre frecuentemente. La peristalsis, la onda rítmica de contracción muscular en el esófago, en condiciones normales lleva la comida hacia abajo y a través del EEI (esfínter esofágico inferior); es responsable de limpiar los contenidos del reflujo estomacal. Es muy frecuente en caso de hernia hiatal.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una ‘SOLUCIÓN BIOLÓGICA’ que el cerebro inconsciente ha elegido para ‘RESOLVER UN CONFLICTO’ que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de las afecciones en el SISTEMA DIGESTIVO, que su función es la de SELECCIONAR y ACEPTAR (DIGERIR) los líquidos y los alimentos que ingresan al organismo, eso nos da indicios de que el conflicto que el individuo vive o ha vivido, tiene como base un estrés generado por la INCAPACIDAD DE ACEPTAR una situación que no puede DIGERIR y como para el simbolismo del cerebro, el alimento emocional es igual que el alimento real; propone como solución biológica aumentar la producción de ácidos en el estómago, amplificando su capacidad de acción y de una forma más eficiente digerir eso que el individuo considera ‘INDIGESTO’. La cuestión es, que al no haber alimento real dentro del estómago, habrá una cantidad de ácidos estomacales que será proporcional a lo ‘indigesto’ o ‘injusta’ que el individuo considere esa situación, generándose así la sensación de acidez estomacal.
La cuestión es que si el esfínter esofágico no se cierra correctamente para evitar el reflujo de ácido estomacal hacia el esófago, obviamente porque así ha ordenado el cerebro deja ese paso ABIERTO, eso da indicios también, de que el individuo en su estrés, ESTÁ ESPERANDO RECIBIR un mejor alimento (emocional) e incluso cuando los ácidos llegan a la garganta o a la boca, eso da otro indicio, de que la situación que no puede digerir también es considerada ‘vil’, de ‘muy bajo nivel’ o muy injusta. por lo que llevar el ácido hacia la boca o la garganta ayudaría a digerir eso que de forma simbólica está ahí ‘atravesado’ o que no se puede tragar.

VARIANTES:

• Conflicto de no poder digerir y comprender (estómago) lo que queda atravesado en la garganta.
• Llevar lo ácido «más arriba» para digerir lo que no se puede pasar o no se puede tragar porque es muy bajo e injusto o vil, porque no está al nivel de uno como persona.

Si padeces de este síntoma, en primera instancia debes observar cuando apareció y a partir de allí podrás encontrar la o las situaciones que consideraste injusta, tal vez tenías expectativas y te trajeron desilusiones, ya que esperabas ‘algo más’ y recibiste ‘lo menos’ o nada. Recuerda que no controlas nada fuera de ti, sólo tus emociones si eres consciente de lo que te vienen a mostrar y enseñarte. Sin dudas, cada situación de estrés recuerda que hay algo en tu interior que está sin resolver y que lo externo sólo es un espejo que proyecta esa información interior, dándote una nueva oportunidad para evolucionar y sanar.
Querer que las cosas resulten siempre como deseas, alimentan tus expectativas, que luego si no se cumplen pueden transformarse en desilusiones y si no logras aceptar la realidad, ese será el estrés que hará que tu cerebro le ordene al estómago producir más ácidos digestivos.
Fluye con la realidad, acepta sus propuestas y siempre ten una mirada amorosa de lo que sucede, por más dolorosa o inaceptable que se perciba, detrás de cada vivencia siempre está el amor que nos propone aprender y evolucionar.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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