
La Medicina nos dice que el ‘Ronquido’ es el ruido producido por la vibración del velo del paladar al inspirar. El ronquido sólo aparece en la inspiración. Un ronquido muy sonoro, entrecortado por pausas, constituye el signo clínico principal de una apnea del sueño.
Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como la solución biológica que el cerebro inconsciente ha encontrado para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de resolver conscientemente. En el caso del ronquido, es como el ladrido del perro guardián, que por alguna razón da aviso de su presencia y de esa manera logra alertar a quien desee entrometerse con él. La razón particular estará relacionada con una información previa que el cerebro inconsciente conoce para cada caso, que en términos generales, tendrá como base un MIEDO, un conflicto vivido con anterioridad, en mi propia vida o en la de un ancestro del que soy doble y que ahora el cerebro con ese ‘ladrido’ busca evitar que se repita. Dentro de la variantes, se pueden ver algunos ejemplos de la información asociada que desencadena este síntoma.
VARIANTES:
- Ya sea pedir socorro, ya sea querer alejar el peligro. ‘Cumplo el rol del perro… Si ronco, los intrusos saben que la casa no está vacía’.
- No poder atrapar el bocado con la nariz (siendo el bocado, habitualmente, la pareja sexual, porque toda esa zona cefálica está en relación con la asociación sexual).
- Conflicto por no poder tener intimidad olfativa con el ser querido.
- «Quiero que se ocupen de mí durante mi sueño» (el otro debe quedarse despierto).
- Conflicto por haber sufrido de chico la soledad del sueño, con miedos. Al dormir acompañado, reparación del «Quiero alejar el peligro».
- «Esta relación no es lo que yo esperaba»: Solución = cuartos separados.
- En estudio: se trata de una constelación esquizofrénica (no estamos conscientes cuando se produce, estamos fuera de la realidad), que relacionaría un miedo a la invasión o un susto violento y un conflicto de separación.
- ‘¡Duermen ya o los mato!»; «¡Si en cinco minutos no duermen, los tiro al pozo con los lobos!».
Buscar la vivencia acompañada del miedo indicado hará que el síntoma desaparezca o se reduzca. Es importante descubrir qué vivencias estoy repitiendo, además de revisar con qué personas convivo, ya que muchas veces esas personas, o la persona con la que comparto cama/sueño, es el doble simbólico de la persona con la que tuve el conflicto (miedo) y como el cerebro no encuentra diferencias entre ellas, creerá que estás en peligro nuevamente, por lo que el ‘ladrido’ aparecerá como la solución para alejarla de mi lado.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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