
La Medicina nos dice que la ‘Artrosis’ o ‘Reumatismo crónico degenerativo’, es una enfermedad reumática que lesiona el cartílago articular y que al hacerlo se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. Es importante diferenciarla de la Artritis, ya que en ésta es la ‘inflamación’ la causante de la enfermedad y en la artrosis es el ‘desgaste’. Son dos enfermedades que cursan con dolor, en ocasiones hinchazón y rigidez, pero en la artrosis el dolor es de tipo mecánico (es decir, se desencadena con los movimientos y mejora con el reposo).
Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como la solución biológica que el cerebro inconsciente ha ejecutado para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de la ‘Artrosis’ el órgano afectado es la articulación y si integramos su función, podemos determinar que el estrés que la afecta tiene su origen en un movimiento, realizado o impedido, que está en incoherencia con lo que realmente deseo o quiero. Esa incoherencia emocional es lo que llamamos ‘Desvalorización’, es decir, que por algún motivo le he quitado prioridad a mis emociones y sentimientos para anteponer otras razones.
Si analizamos la función biológica del ‘dolor’, su objetivo es como un ‘yeso virtual’, que indica que esa parte del cuerpo debe permanecer quieta para favorecer su reparación. Por eso, cuando el dolor físico aparece y vale recordar que es el equivalente del dolor emocional acumulado, el cerebro está solucionando tu conflicto de movimiento: Te obliga a quedarte quieto/a para reparar las células dañadas y además ya no tendrás que ocuparte del estrés que implica ‘hacer’ o ‘no hacer’ porque ese dolor no te lo permite.
Analizando con más precisión la articulación afectada y la función propiamente dicha de esa parte del cuerpo, nos dará más indicios del estrés que se ha vivenciado y que se detalla en las siguientes ‘Variantes’.
VARIANTES:
- Desvalorización en el movimiento pasivo, es decir, en el movimiento vivenciado en términos de estructura (diferencia con los ligamentos y los tendones).
- Desvalorización en el gesto en el espacio, el tiempo: «Tener que hacer esto toda mi vida».
- Conflicto del mal gesto, de tener que hacer una actividad que uno no logra hacer.
- En las rodillas: Obediencia, espiritualidad, conflictos que hemos sufrido, deporte + desplazamiento.
- En los dedos de la mano: Ejecución del trabajo, ya sea del pasado, ya sea en ejecución (presente), destreza y torpeza en el trabajo (a la derecha: conflicto activo respecto a la destreza; a la izquierda: conflicto pasivo).
- Cadera: Oposición, performance sexual.
- Cabeza del fémur: Oposición en el avance, en la penetración (incluso sexual) o en la inversión.
- Cotilo: Idem, pero en la recepción pasiva.
- Columna cervical: Desvalorización en la comunicación, en la armonización del ‘pensar’ con el ‘hacer’.
- Columna dorsal: Desvalorización en lo fundamental. Supervivencia de uno mismo o de su clan.
- Columna lumbar: Desvalorización en términos de creación del funcionamiento de las cosas. ‘Solo puedo contar conmigo mismo, soy el pilar del clan’.
Nuestro cerebro es muy eficiente a la hora de llevar a cabo una reparación, su objetivo es devolver la salud al organismo y volver a la normalidad lo antes posible, pero si no entendemos el síntoma, en el caso de la ‘Artrosis’ se puede volver un círculo vicioso al interpretar que ahora es el ‘dolor’ el que no me permite tomar acción y eso a su vez va a generar más ‘Desvalorización’ que dañe la articulación ya afectada por el conflicto original. En cambio, sí considero el síntoma como una pausa que el cerebro está pidiendo para reparar la articulación afectada, hago reposo el tiempo necesario y soy capaz de IDENTIFICAR LAS EMOCIONES NO RESUELTAS en el conflicto de ‘movimiento’ que he vivido, estaría acompañando de forma óptima la reparación y rompiendo el círculo de retroalimentación del estrés.
La coherencia emocional siempre se traduce en la salud, por eso, SI tienes ganas o deseas hacer algo, ¡HAZLO!, siempre se puede encontrar una manera, incluso pon atención en la ‘autoexigencia’ y como te tratas, para no alimentar la ‘Desvalorización’; en cambio si NO quieres o no deseas hacer, puedes manifestarlo de una ‘buena’ forma y NO HACERLO, cualquiera de estas opciones te darán paz y colaborarán con mantener tu salud.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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