Conceptos

Traición

Las 5 heridas de la infancia

Esta herida se produce cuando el niño se siente traicionado por sus progenitores. Esto puede incluir experiencias de haber sido engañado, traicionado o abandonado por alguien en quien confiaba y la traición puede dejar una sensación de dolor y desconfianza en las relaciones a lo largo de su vida.

La máscara relacionada con esta herida es la del CONTROLADOR, que se caracteriza por una necesidad de controlar las situaciones y las personas para evitar ser traicionado nuevamente. Quienes llevan esta máscara pueden tener dificultades para confiar en los demás y sentir que necesitan controlar cada aspecto de sus vidas para sentirse seguros.

Se dice que esta herida puede aparecer entre los dos y los cuatro años de edad, cuando comienza a aparecer la energía sexual, normalmente conocido como “Complejo de Edipo (niños) o de Electra (niñas)”, una etapa en la que el/la niño/a se eneamora inconscientemente del progenitor del sexo opuesto. Esa energía sexual (no genital) generará el impulso de vida del nuevo Ser y estará estrechamente relacionada con su capacidad de creación, que luego se reflejará en todos los ámbitos de su vida.

El enamoramiento inconsciente con el progenitor del sexo opuesto hará que el niño constantemente demande de su atención y por consecuencia generará cierta competencia con el progenitor del mismo sexo. Si los padres no toman consciencia de esta situación y por ejemplo existe una sobreprotección de la madre con el hijo o del padre con su hija, es probable que el complejo psicológico no se pueda resolver de forma natural y tenga implicancia directa en las relaciones y en su vida sexual de adulto. Por ello será importante que el niño tenga presente que el progenitor de su mismo sexo también fue necesario para dar origen a su vida y corresponde que el progenitor del sexo opuesto lo avale ante el niño/a.

Es por ello que el niño se sentirá traicionado por su madre o la niña por su padre cuando no le dedique su atención, incluso en algunos casos puede sentir la traición que se vive entre los progenitores y hacerla propia. Otro caso común es la llegada de un/a hermano/a, que para el niño significa que le vienen a robar la atención de sus progenitores y que al tener que dividir el tiempo que se le dedica pueda sentirse traicionado.

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TIPO DE CUERPO

  • Físicamente exhibe fuera y poder. En el caso de los hombres se puede visualizar la parte superior más grande, con hombros anchos, pecho grande, brazos fuertes y musculosos, que se exhibe con ropa ajustada que contornean su figura. En el caso de las mujeres es más visible en la parte inferior, un cuerpo con forma de pera, caderas anchas, vientre abultado, glúteos y muslos fuertes, en definitiva, cuerpos que dicen: “Soy fuerte, no te atrevas a traicionarme” o “Soy fuerte, puedes confiar en mi”
  • En ocasiones el cuerpo de la mujer puede tener la parte superior más desarrollada y musculosa y el hombre puede tener más desarrollada su parte inferior, lo que indica que la herida de traición se ha vivido con el progenitor del mismo sexo.
  • Un vientre abultado, puede significar rabia hacia el sexo opuesto, basada en memorias de acoso o abuso sexual.
  • Su aspecto físico es fundamental, por lo que controlar su peso corporal es importante, ya que tienen la necesidad de ser vistos.
  • Tienen una mirada seductora e intensa, haciendo sentir especial al otro, pero también la utilizan para examinar todo en detalles, ser ofensivo si hace falta, siempre con la intención de no ser traicionado.

CARACTERÍSTICA DE LA MÁSCARA: PERSONALIDAD DEL CONTROLADOR:

  • Le gusta mantener sus compromisos, es fiel y responsable, controlando que los demás tengan esa misma actitud para con él.
  • Puede adoptar una personalidad introvertida que hará menos evidente su necesidad de control, algo que no sucede en el caso de un extrovertido, que será más fácil reconocer sus formas de control.
  • Su necesidad de controlarse y controlar a los demás, en infinidad de veces lo lleva a traicionarse a sí mismo, cayendo en justificaciones, excusas y mentiras.
  • La necesidad de controlar genera expectativas en los demás, poniendo la atención en si hacen bien o no lo que deben hacer.
  • Tiene la habilidad de adivinar las expectativas de los demás y responder en función de esos deseos, aunque no esté dispuesto a cumplirlos.
  • Personalidad fuerte que afirma con seguridad lo que cree y espera que los demás lo acepten.
  • Se crea fácilmente una opinión de los demás, convencido de tener razón, que lo lleva a querer convencer a otros de lo mismo.
  • Prefiere no participar en situaciones conflictivas dónde no puede mantener el control. Si se enfrenta con alguien fuerte o rápido, abandonará su lucha rápidamente.
  • Su personalidad resolutiva hace que sus actos sean rápidos, por lo que exige que los demás lo hagan de la misma manera y se molesta o pierde la paciencia cuando se toman mucho tiempo, haciendo que intervenga o interrumpa cuando jamás permite que hagan lo mismo con él.
  • Cuando algo no resulta según sus expectativas se volverá agresivo con facilidad, pero intentará esconder su enojo demostrando ser una persona segura y fuerte. Esta característica de su personalidad, hace que sufra altibajos en sus estados de ánimo y genere incertidumbre en los demás que no saben a qué atenerse.
  • Intenta siempre adelantarse o prever lo de mañana, algo que le genera una actividad mental intensa llena de expectativas y que no le permiten vivir y disfrutar del momento presente.
  • Es muy puntual y se molesta con quien no lo es. Llegar primero o terminar antes que los demás le permite controlarlos.
  • Tiene dificultades en delegar o depositar su confianza en otros y si lo hace, se encargará de verificar constantemente que se cumplan sus expectativas, sino terminará haciéndolo él mismo.
  • Tiene poca paciencia para enseñar si el otro es lento.
  • Ve y escucha todo lo que sucede en su entorno, lo que le permite controlar a los demás para que hagan lo que les corresponde y cumplan sus compromisos (será más exigente con personas del sexo opuesto).
  • Se considera trabajador y responsable, pero tiene conflictos con su pereza y mucho más con la de los demás. Por esto mismo, se encarga de que todos sepan lo que hace, cómo lo hace y cuando, demostrando lo responsable que es para que confíen en él, a pesar de lo difícil que le resulta confiar en los demás de la misma manera.
  • Demostrar fuerza y valor es fundamental, lo que lo lleva a ser muy exigente consigo mismo, ya que cree que debe demostrarlo constantemente a los demás. Vive la cobardía como una traición y no se permite abandonar algo a mitad de camino.
  • Le cuesta confiar en los demás, temiendo que lo que se sabe se utilice en su contra, por lo que tendrá pocos confidentes.
  • Le gusta agregar su punto de vista a todo lo que los demás dicen o hacen y tener la última palabra.
  • Como es rápido para darse cuenta de lo que sucede a su alrededor y se considera muy capaz, fácilmente se encarga de los asuntos del resto y de organizar sus vidas, pero es una manera encubierta de control y de asegurarse de que cumplan con sus expectativas.
  • Tiene una personalidad sensible que se enmascara detrás de sus demostraciones de fuerza y seguridad.
  • Le molesta mucho cuando se corrige lo que hace, ya que no le gusta sentirse observado, por lo que también tendrá dificultades al relacionarse con personas autoritarias, sin darse cuenta de que él lo es con los demás.
  • Rara vez manifiesta sus temores y no le gusta hablar de sus debilidades. Esto lo lleva a querer hacer todo a su manera, que los demás lo reconozcan y vean lo bien que lo hace todo.
  • A pesar de que le dice a los demás lo que quieren escuchar, hace las cosas a su antojo y voluntad y tendrá una justificación para cada una de ellas, incluso si es necesario mentir lo hará para mantener su reputación.
  • Ve lo nuevo o lo desconocido con escepticismo ya que su ignorancia al respecto no le permite tener el control y posiblemente solicitará un cambio de planes; cuando en realidad se molesta si los demás requieren un cambio similar.
  • Al desconfiar en los demás es posible que los considere hipócritas, cuando en realidad su personalidad controladora hace que los manipule y el hipócrita sea él.
  • Odia las trampas o las mentiras, aunque infinidad de veces las utiliza sutilmente, justificándose de que son necesarias para alcanzar sus objetivos o cumplir con sus expectativas o las de los demás.
  • Le interesa mantener una buena reputación, por lo que se mostrará responsable y capaz de realizar lo que se proponga. Al hablar no mostrará debilidad y hará foco en lo que aporte a su buena reputación.
  • Tiene dificultades con prestar su dinero o sus cosas y si es él el que genera la deuda se encargará de pagar lo antes posible para mantener su reputación.
  • Le molesta no poder responder a cada pregunta, por lo que se interesará por aprender sobre diversos temas y le será muy difícil admitir que no sabe, algo que en ocasiones lo llevará a mentir sólo por dar una respuesta.
  • Se molesta cuando otros se ocupan de sus asuntos, ya que así se siente insultado porque cree que no confían en sus capacidades, sin darse cuenta de que él hace lo mismo con los demás.
  • Le teme a los compromisos, por el hecho de no estar seguro de poder mantenerlos y que se ponga en juego su reputación si es necesario romperlos. De lo contrario, será muy exigente con el compromiso de los demás y los controlará para que los cumplan. Esto mismo generará muchas dificultades si decide separarse o romper con alguna relación.
  • Prefiere enamorarse y las relaciones largas. Cuando la pasión se termina busca los medios para que la idea de terminar venga del otro.
  • La seducción que forma parte de su personalidad se utilizará en todas sus relaciones, más aún en aquellas en las que prefiere no comprometerse y de esa forma tener un mejor control.
  • Tiene dificultades para decidirse cuando corre riesgo de perder algo, haciendo que piense demasiado antes de tomar una decisión.
  • Le gusta controlar y dirigir, lo que puede derivar en un jefe autoritario que controla o un líder que dirige de forma natural.
  • Le molesta recibir negativas ya que así se sentirá traicionado, sin darse cuenta de que constantemente cae en negativa cuando alguien no cumple con sus expectativas.
  • Disfrutan mucho del sexo, principalmente cuando ha sido idea de ellos y se senitrán traicionados al tener una negativa de su pareja, incluso pueden llegar a bloquear su energía sexual con tal de no ser rechazados.
  • Respecto a su alimentación, come rápido ya que no hay tiempo que perder. Incluso agrega sal y aderezos antes de probar.
  • Si se toman el tiempo para disfrutar de su comida, comerán en gran cantidad y en ocasiones terminan perdiendo el control.

Si te identificas con características de esta herida, la invitación que se te hace para sanar, es aprender a ser tolerante y cultivar la paciencia, ya que no se puede controlar nada de lo que sucede fuera de nosotros, apenas podemos controlar nuestras emociones si nos entrenamos para hacerlo, algo que te permitirá fluir con el momento presente y más aún con tus relaciones.

Será muy importante también reconocer al progenitor que cargue la misma herida que tu, lo que te permitirá ser compasivo y evitar cualquier juicio hacia su persona, entendiendo que él la heredó de sus propios padres (tus abuelos) y que tal comprensión, contribuirá a sanar las emociones que alimentan la herida de las partes: para ello debes comprender que tu progenitor del sexo opuesto no ha podido cumplir con sus compromisos, porque así lo ha determinado su herida, pero que a su vez su historia personal te sirve como un espejo directo que a través de lo que refleja (repetición) te permite identificar aquello que necesitas sanar de tu propia herida.

Deberás ser consciente que la necesidad de control proviene de tus temores más profundos, por lo que tomar consciencia de ellos te dará la libertad de Ser y de vivir con plenitud, comprendiendo que estar constantemente en control requiere de demasiada energía, que al redirigirla de forma efectiva te permitirá utilizarla en aquellas cosas que realmente te beneficien y más aún, sin perjudicar a los demás con aspectos propios de la herida de traición.

Sin dudas que el perdón será la medicina por excelencia que sane esta o cualquier herida, algo que se podrá conseguir al entender el mecanismo psíquico e inconsciente que la gobierna, para así transformar cada emoción en un aprendizaje y dejar de sufrir por un dolor que sólo viene a invitarte a evolucionar.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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Conceptos

Las 5 heridas de la infancia

Se le llama HERIDA DE LA INFANCIA a una experiencia dolorosa o traumática que el individuo ha experimentado en su niñez y que ha dejado una marca emocional duradera que se extenderá en el tiempo y se proyectará en su vida de adulto. Estas heridas emocionales pueden ser el resultado de experiencias como el abuso emocional, físico sexual, la negligencia, el abandono, la traición o la injusticia.

Estas experiencias pueden ser reales o percibidas (conscientes o inconscientes) y normalmente son causadas por la relación del niño con sus progenitores o quienes hayan cumplido con ese rol de autoridad.
Cuando se experimenta una herida emocional en la infancia, eso puede afectar su forma de ver y relacionarse con el mundo a su alrededor, lo que puede impactar en su autoestima, su capacidad para establecer relaciones saludables, su sentido de confianza y seguridad, y su capacidad para manejar emociones negativas.
Como el aspecto físico está estrechamente relacionado con lo emocional, estas heridas pueden verse reflejadas en las formas y características del cuerpo, que ayudan a identificar con mayor eficiencia la herida que cada individuo vive o ha vivido.

Cuando hablamos de la MÁSCARA, nos referimos a una serie de patrones de COMPORTAMIENTO y de PERSONALIDAD que el individuo desarrolla como resultado de su herida emocional temprana. Estos patrones son una forma de DEFENSA PSICOLÓGICA que la persona adopta para protegerse de futuras heridas emocionales similares, afectando significativamente su relación con los demás, cómo se ve a sí misma, cómo ve el mundo que la rodea y por consecuencia determinando cada aspecto de su propia vida.

Según la psicoterapeuta y escritora Lise Bourbeau, las cinco heridas de la infancia son:

HERIDA DE RECHAZO:
Esta herida se produce cuando el niño se siente ignorado, rechazado o abandonado emocionalmente por sus progenitores. La máscara relacionada con esta herida es la del HUIDIZO, que se caracteriza por una tendencia a evitar situaciones o relaciones emocionales íntimas para protegerse de un posible rechazo. Las personas que llevan esta máscara pueden tener miedo de involucrarse emocionalmente con los demás y pueden sentirse incómodas con la idea de depender de los demás o de ser dependientes de ellos.
Quienes llevan la máscara del huidizo pueden tener una autoestima baja y una sensación de falta de valor propio. Tienen dificultades para establecer relaciones significativas y satisfactorias, que los lleva a sentirse solos o aislados. Pueden tener miedo de expresar sus necesidades o deseos y estar dispuestos a complacer a los demás para evitar el rechazo.

HERIDA DE ABANDONO:
Esta herida se produce cuando el niño se siente abandonado física o emocionalmente por sus progenitores. La máscara relacionada con esta herida es la del DEPENDIENTE, que se caracteriza por una tendencia a depender de los demás para sentirse valorado y amado.
Quienes llevan esta máscara pueden tener dificultades para tomar decisiones por sí mismas y tener miedo de enfrentar situaciones difíciles o desafiantes. Pueden sentir que necesitan la aprobación y el amor de los demás para sentirse seguros y confiados.
Las personas que llevan la máscara del dependiente tienen una autoestima baja y pueden sentir que no son capaces de cuidarse a sí mismas. Tienen dificultades para establecer límites saludables y para expresar sus necesidades y deseos. En muchas ocasiones están dispuestas a complacer a los demás para evitar el abandono o la pérdida, incluso a veces forzándose a mantener relaciones en las que se abandona así mismo para no vivir en soledad.

HERIDA DE HUMILLACIÓN:
Esta herida se produce cuando el niño se siente humillado, ridiculizado, criticado o menospreciado por sus progenitores si son muy críticos o si el niño no cumple con las expectativas que tenían para con él. La máscara relacionada con esta herida es la del MASOQUISTA, que se caracteriza por un deseo inconsciente de ser castigado, humillado o rechazado como resultado de la creencia de que no es digno de amor y aceptación. Las personas que llevan esta máscara pueden sentirse atraídas por situaciones o relaciones en las que son tratadas de manera humillante o abusiva y pueden tener dificultades para establecer límites saludables y tolerar comportamientos abusivos por parte de otros.

HERIDA DE TRAICIÓN:
Esta herida se produce cuando el niño se siente traicionado por sus progenitores. Esto puede incluir experiencias de haber sido engañado, traicionado o abandonado por alguien en quien confiaba y la traición puede dejar una sensación de dolor y desconfianza en las relaciones a lo largo de su vida.
La máscara relacionada con esta herida es la del CONTROLADOR, que se caracteriza por una necesidad de controlar las situaciones y las personas para evitar ser traicionado nuevamente. Quienes llevan esta máscara pueden tener dificultades para confiar en los demás y sentir que necesitan controlar cada aspecto de sus vidas para sentirse seguros. Tienen dificultades para aceptar ayuda de los demás, produciendo relaciones disfuncionales y tóxicas. Al ser perfeccionistas, tienen dificultades para aceptar críticas.

HERIDA DE INJUSTICIA:
Esta herida se produce cuando el niño siente que ha sido tratado injustamente por sus progenitores, que puede incluir experiencias de ser castigado injustamente, no ser escuchado o ignorado, o sentir que las reglas y expectativas eran inconsistentes o inapropiadas para él. La máscara relacionada con esta herida es la del RÍGIDO, que se caracteriza por una necesidad de controlar y mantener un sentido estricto de las reglas (justicia) y expectativas, tanto para uno mismo como para los demás. Quienes llevan esta máscara pueden tener dificultades para adaptarse a los cambios y ser inflexibles en su forma de pensar y actuar. Tienen dificultades para aceptar diferentes perspectivas y para ser abiertos a nuevas experiencias y oportunidades.
Las personas que llevan la máscara del rígido pueden sentir que necesitan ser perfectos en todo lo que hacen para sentirse aceptados y valorados. Tienen miedo de cometer errores y son muy críticos consigo mismos y con los demás. A veces pueden tener dificultades para expresar sus emociones y para conectarse con los demás de una manera auténtica.

Cada una de estas heridas tiene un impacto significativo en la vida de la persona, afectando su capacidad para relacionarse con los demás, para confiar en sí misma y para establecer límites saludables. Es importante entender que estas heridas no tienen por qué definir la vida adulta de una persona y que es posible sanarlas a través del trabajo en uno mismo y el cuidado personal. La terapia, la meditación, el trabajo con un terapeuta, la práctica de la autocompasión y el autoconocimiento son algunas de las formas en que las personas pueden ser conscientes de sus heridas de la infancia para poder sanarlas y así vivir una vida más plena y satisfactoria.

Es importante recordar que cada persona es única y que las heridas de la infancia pueden manifestarse de diferentes maneras en cada individuo. Algunas personas pueden tener una o dos heridas, mientras que otras pueden tener todas ellas. También es posible que una persona experimente diferentes máscaras relacionadas con cada herida en diferentes momentos de su vida, dependiendo de las situaciones que esté enfrentando y de cómo se sienta en ese momento.

En general, el trabajo para sanar las heridas de la infancia implica aprender a reconocer los patrones de comportamiento y las creencias que se han formado como resultado de esas heridas y reemplazarlos con patrones y creencias más saludables y positivos, lo que puede requerir una ardua tarea para remover esos aspectos de nuestra sombra, pero que sin dudas nos va a conducir a una vida más plena y satisfactoria en el futuro.

En las siguientes publicaciones voy a estar compartiendo de forma individual aspectos de cada herida y su máscara, para que sea más fácil identificarlas.

¿CON CUÁL TE IDENTIFICAS MÁS? PUEDES COMPARTIR TU PERSPECTIVA EN LA CAJA DE COMENTARIOS DEBAJO.