Conceptos

Vínculo y Relación con los progenitores

Para comenzar vamos a utilizar algunas de las definiciones que nos provee la RAE (Real Academia Española) acerca de los términos de los que vamos a hablar:

VÍNCULO:
Del lat. vincŭlum.

1 – Unión o atadura de una persona o cosa con otra. U. m. en sent. fig.

RELACIÓN:
Del lat. relatio, -ōnis.

2 – Conexión, correspondencia de algo con otra cosa.
3 – Conexión, correspondencia, trato, comunicación de alguien con otra persona. U. m. en pl. Relaciones de parentesco, de amistad, amorosas, comerciales.
4 – Trato de carácter amoroso. U. m. en pl. Tienen relaciones desde hace tiempo.

Si bien son dos términos que podríamos aplicar en numerosas situaciones, en este caso me gustaría hacer hincapié en el vínculo / relación con nuestros progenitores; siempre digo que para gozar de una buena salud emocional y por consecuencia, una buena salud física, es importante INTEGRAR o ACEPTAR a mamá y a papá, así de perfectos como son o fueron, ya que esas dos energías (información / ADN) se fusionaron y se materializaron en la concepción, originando la persona que soy, por lo que tener algún conflicto con alguno de ellos, sería lo mismo que estar en conflicto con su parte creadora dentro mío.

La RAE define ‘Vínculo’ como la unión o atadura, que para nuestro caso, será algo que no puede romperse o quebrarse, ya que todos nosotros tenemos origen en un óvulo y un espermatozoide, lo que hace que cada uno tenga una madre y un padre biológico, generando así el ‘Vínculomadre/hijo y padre/hijo, que para el cerebro inconsciente será un vínculo de amor incondicional y de agradecimiento ‘por haberme dado la vida’ y que tendrá prioridad ante cualquier otra cosa.

En cambio una ‘Relación’ es la conexión, correspondencia o trato que puedo tener con mis padres y que depende sólo de mi decisión, algo que se traduce en múltiples posibilidades, haciendo que cada relación sea única y especial y que en ocasiones puede venir acompañada de conflictos o en otros casos en que directamente se elija no tenerla.

Por eso, para lograr la coherencia que genera salud emocional y física, debo ser capaz de reconciliar el ‘Vínculo’ que por su naturaleza no se puede modificar, con la ‘Relación’ que sólo depende de una decisión: ACEPTAR que tengo o tuve la madre y el padre perfecto para mi evolución personal y que al INTEGRARLOS tal cual son, con lo ‘bueno’ y lo ‘malo’, con lo vivido en presencia o en su ausencia, estaría siendo coherente con el amor incondicional que mi cerebro tiene con ellos (‘Por haberme dado la vida’), liberándome así de repetir situaciones conflictivas que sólo tienen el objetivo de recordarnos ese ‘Vínculo amoroso’ con ellos.

Tal vez tu padre o tu madre en alguna ocasión pudo lastimarte física o emocionalmente, pero nadie lastima si no fue lastimado antes por sus propios padres, por lo que esto se vuelve un mecanismo natural y cíclico que debemos comprender y que sólo tiene la intención de invitarte a hacer algo diferente: Recordar el ‘Vínculo’, para que ACEPTES la parte de tu mamá y la de tu papá que están dentro tuyo y así INTEGRAR la ‘Relación’ cualquiera sea su tipo, ya que TODO lo que viviste tiene que ver con ese ‘Vínculo amoroso’ que busca sanar los conflictos familiares repetidos y así puedas gozar de una vida de salud plena.

Es importante comprender lo necesario que es integrar la relación y el vínculo, ya que los programas no resueltos con nuestros padres, es decir, esas emociones que no pudimos resolver con ellos, se van a repetir en otros ámbitos de la vida, como en el trabajo, la escuela, con los amigos, en la pareja, etc. grupos que representan mi familia simbólicas y que me hacen de espejo de las mismas emociones sin resolver.

Como se trata de la evolución misma, la naturaleza conjuntamente con el cerebro, fuerzan de forma cíclica la información que necesita ser resuelta, por lo que nadie escapa a este mecanismo y al ser consciente de él, nos da la oportunidad de modificar lo que haga falta para así gozar de una mejor vida y salud.

Órganos y Emociones

Eyaculación precoz

La Medicina nos dice que la Eyaculación Precoz es la incapacidad de controlar el momento de la eyaculación. Se le dice ‘primaria’ si ha estado siempre presente en la sexualidad del hombre y ‘secundaria’ si aparece después de un tiempo de sexualidad sin inconvenientes. Se vuelve una fuente de frustración, de ira, de pérdida de autoestima, de decepción y todo el pensamiento está siempre focalizado en el miedo a eyacular, por lo que no hay lugar para el placer. También puede provocar un trastorno eréctil (por miedo a fallar nuevamente).

Desde la biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha encontrado a un conflicto que el individuo es incapaz de resolver conscientemente. En el caso de la eyaculación precoz, por alguna razón el cerebro considera que debe ser lo más rápido posible, por lo que hay que determinar cuál es su urgencia, que sin dudas estará en una información adquirida previamente, de la propia vida o heredada.

VARIANTES

  • En la concepción, sólo el factor germinativo cuenta: «Es necesario que sea fecundada, que él termine lo más rápido posible» (mujer que no tiene ganas ni siente placer).
  • Conflicto de ser capado / castrado.
  • Conflicto del lobo segundón: no tiene derecho de pernada sobre las hembras y lo mejor es hacer rápido antes que el lobo alfa lo descubra.
  • Padre muy autoritario (lobo alfa), hijo dominado.
  • Bebé concebido en condiciones en que hubo que apurarse: ‘un rapidito’.

Si padeces de este síntoma es importante identificar cuándo fue la primera vez que sucedió revisar si existe alguna vivencia que se relacione con lo explicado para que al tomar consciencia el cerebro deje de ejecutar el programa automático, quitando también la carga emocional que implica el miedo de que vuelva a pasar y que lo convierte un círculo vicioso. En caso de estar desde siempre en tu vida, se debería indagar en qué condiciones fuiste concebido y cuáles eran las necesidades sexuales de tus progenitores en ese momento. Al contrario, si no hay posibilidades de indagar, con la aplicación de alguna técnica de acceso al inconsciente se puede lograr hallar su origen.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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