Órganos y Emociones

Torácicas o Dorsales

COLUMNA VERTEBRAL

La columna vertebral pertenece al sistema óseo-articular y en los seres humanos se compone de 33 vértebras durante la etapa fetal y en la niñez: 7 cervicales, 12 torácicas (dorsales), 5 lumbares y 4 del cóccix. Durante la etapa de adulto, sólo quedarán 24, debido a que las del sacro y el cóccix se unen convirtiéndose en un hueso cada uno. Su función es darle sostén, protección y estructura al cuerpo, constituyendo eso que nos representa físicamente.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una SOLUCIÓN biológica que el cerebro inconsciente ha elegido para ‘RESOLVER UN CONFLICTO’ que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente.
En el caso de las afecciones en la COLUMNA VERTEBRAL, al analizar su función (SOSTÉN, PROTECCIÓN Y ESTRUCTURA), podemos determinar como indicio, que los conflictos emocionales que la afectan, son aquellos en los que el individuo siente una DESVALORIZACIÓN respecto a lo representa como persona. Si la columna es la estructura y el sostén que nos mantiene erguidos, permitiéndonos estar parados en el mundo, ocupar un lugar; las emociones que ponen en en juego el VALOR o ese lugar, afectarán la columna vertebral, ya que el cerebro como solución, va a debilitar el hueso (descalcificar) para equilibrarlo con el VALOR (DESVALORIZACIÓN) que el individuo SE DA A SÍ MISMO ante sus conflictos.
Mantener la COHERENCIA EMOCIONAL es cuando lo que pienso, lo que siento y lo que hago o digo, están en equilibrio, es decir, cuando no hay ninguna contradicción entre ellos. De caso contrario, hablamos de una DESVALORIZACIÓN, que por algún motivo o razón, digo o hago algo que VA EN CONTRA DE LO REALMENTE ESTOY SINTIENDO, quitando VALOR a mis emociones y anteponiendo otros intereses.
En el caso de las vértebras TORÁCICAS o DORSALES, en función de su ubicación, podemos observar que de ellas se SOSTIENEN las costillas y en conjunto forman la ESTRUCTURA de la caja torácica, que PROTEGE los ÓRGANOS VITALES, lo que nos permite determinar como indicio, que las afecciones en estas vértebras tendrán origen en conflictos de DESVALORIZACIÓN en el que el individuo siente que debe SOPORTAR (CARGAR) con situaciones pesadas al hacerse cargo de sí mismo o por ser el PILAR central y VITAL de su familia y verse obligado a CARGAR con ella o con algún miembro en particular; sumando a todo esto una creencia de “Si no me encargo yo, todo se viene a abajo”. Por eso, el PESO EMOCIONAL que el individuo sienta, para el simbolismo del cerebro inconsciente, será como una CARGA real y por consecuencia, soportarla en el tiempo afectará la columna vertebral.
Para obtener más indicios sobre los conflictos que afectan las vértebras Torácicas o Dorsales, cada una tiene también un simbolismo en particular, que se deberá sumar a las generalidades ya descritas y que podrás encontrar dentro de las siguientes VARIANTES:

VARIANTES COLUMNA:

  • Desvalorización central de la personalidad en relación con el órgano correspondiente a la vértebra. El raquis es el pilar central, el que sostiene al individuo, la familia, la estructura portadora. Es siempre una desvalorización lenta y crónica.
  • Representa nuestra flexibilidad y nuestra resistencia frente a los acontecimientos de la vida, nuestra capacidad para amortiguar los «golpes».

VARIANTES TORÁCICAS / DORSALES:

El raquis dorsal contiene los conflictos de desvalorización en lo que es fundamental, primero, respecto a la supervivencia de uno mismo o de su clan en términos de funcionamiento de la estructura existente (conflicto del pilar de la familia).
El raquis dorsolumbar es una gran estructura que corresponde al mástil que sostiene el techo. Es el tutor interno fundamental, basal, que sostiene todo edificio que amenaza con venirse abajo si no funciona.
El conflicto biológico central es: «No puedo contar más que conmigo mismo para..», «Soy el pilar de la supervivencia de mí mismo y/o de ciertas personas de mi clan, y/o de todo mi clan».

VERT. T1:

  • Conflicto respecto al orden de las cosas que no es respetado.
  • Enojo o cólera con las mismas características de lateralidad: A la derecha carencia afectiva (seres cercanos). A la izquierda: indignación, cólera (familia política, externos).

VERT. T2:

  • Territorio: relacionada con las arterias coronarias, corazón, válvulas cardíacas. Desvalorización respecto a la supervivencia en el hogar. «Soy el pilar de la estructura de mi territorio».
  • Conflicto en relación con el padre. T2 reacciona inmediatamente a la desvalorización, como una verdadera alarma. A la derecha carencia afectiva respecto al padre. A la izquierda: en relación con el padre simbólico.

VERT. T3:

  • En relación con el pulmón, la pleura, las mamas, en términos de desvalorización y pilar de vida. Vejiga y costillas.
  • Desvalorización respecto a la madre o a la madre simbólica. A la derecha: carencia afectiva respecto a la madre real o simbólica. A la izquierda cólera respecto a la madre simbólica.

VERT. T4:

  • Vesícula biliar, rencor. «Sentimos rencor respecto a alguien y no queremos dar nuestro brazo a torcer». A la derecha: rencor en relación con una carencia afectiva. A la izquierda: cólera.

VERT. T5:

  • Plexo solar (padre, tercer chakra) + sangre + hígado (carencia).
  • «No estoy integrado al clan» (rechazo).
  • Delito de iniciado: Rechazado por su clan, para el cual su genio vanguardista revolucionario es insoportable.

VERT. T6:

  • Estómago, conflicto reciente del estómago.
  • Incomprensión, contrariedad reciente en el territorio, vivida en términos de desvalorización. A la derecha carencia afectiva (hígado). A la izquierda: cólera.

VERT. T7:

  • Páncreas, conflicto de resistencia respecto a lo innombrable, lo ignominioso. Duodeno. A la derecha culpabilidad o búsqueda de afecto, carencia. A la izquierda cólera respecto al mundo exterior.

VERT. T8:

  • Bazo y diafragma.
  • Conflicto en relación con los lazos de sangre, problemática familiar y de filiación.
  • Búsqueda de afecto o cólera, problemas de sangre, hemorragias, a menudo ligados a T5.

VERT. T9:

  • Problema de dirección (suprarrenales) en términos de equivocarse de dirección y de elección (orientación), a menudo ligado a T10.
  • “¿Qué camino debo tomar en mi vida?». A la derecha desvalorización, culpabilidad. A la izquierda cólera.

VERT. T10:

  • Riñones, en relación con los líquidos.
  • Conflicto respecto al desmoronamiento del territorio o al no-territorio (linyeras, personas sin hogar, en «tránsito», etc.).
  • También, problema de dirección y de elección.

VERT. T11:

  • Uréter, uretra; contrariedad, marcado de territorio: «Están pisando mi territorio». Evacuación y desvalorización. Dificultad para definir y/o nombrar lo que es de uno. Evacuación = «Me evacuan, me sacan, me alejan».

VERT. T10-T11:

  • Los dos conflictos, con noción de territorio y también en relación con el bazo.

VERT. T12:

  • Intestino delgado, sistema linfático, trompas de Falopio. Pubis.
  • Conflicto sexual, no limpio. Cónyuge.
    ** En la mujer: A la derecha culpabilidad ligada a la demanda sexual del hombre. A la izquierda cólera respecto a esa misma demanda.
    ** En el hombre: A la derecha culpabilidad. A la izquierda cólera respecto a la mujer que rechaza, rehúsa.

Si padeces de alguna afección en las vértebras Torácicas o Dorsales, deberás revisar desde cuándo y buscar la incoherencia emocional que has vivido. Por alguna razón o motivo NO COMUNICASTE lo que realmente estabas sintiendo, preferiste seguir CARGANDO o SOPORTAR algo que no querías o deseabas, anteponiendo tu valor respecto a esa situación o a alguien de tu familia y que ahora tu cerebro y tu cuerpo están manifestando con un síntoma.
Tal vez el modelo familiar, a través de sus carencias, te enseñó o te hizo creer que es PESADO hacerse cargo de ti o de la familia, pero allí también hay una enseñanza, que principalmente te invita a observar de forma amorosa el VALOR que te das como persona, ver qué emociones te acompañan cuando te haces cargo de tus necesidades vitales y que al identificarlas puedas abandonar la sensación de CARGA y dejes de SOPORTAR lo que no deseas. Si te haces cargo de otras personas o situaciones, también es importante mantener la coherencia con que lo haces: Si no lo deseas, no lo hagas y si lo haces, no te contradigas con tus emociones, hazlo por amor y el Universo te lo devolverá multiplicado.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

¡Si lo deseas, te acompaño a encontrar el origen emocional de tu Diabetes o de cualquier síntoma para iniciar ya tu sanación!.
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Órganos y Emociones

Cervicales

COLUMNA VERTEBRAL

La columna vertebral pertenece al sistema óseo-articular y en los seres humanos se compone de 33 vértebras durante la etapa fetal y en la niñez: 7 cervicales, 12 torácicas (dorsales), 5 lumbares y 4 del cóccix. Durante la etapa de adulto, sólo quedarán 24, debido a que las del sacro y el cóccix se unen convirtiéndose en un hueso cada uno. Su función es darle sostén, protección y estructura al cuerpo, constituyendo eso que nos representa físicamente.

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una SOLUCIÓN biológica que el cerebro inconsciente ha elegido para ‘RESOLVER UN CONFLICTO’ que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente.
En el caso de las afecciones en la COLUMNA VERTEBRAL, al analizar su función (SOSTÉN, PROTECCIÓN Y ESTRUCTURA), podemos determinar como indicio, que los conflictos emocionales que la afectan, son aquellos en los que el individuo siente una DESVALORIZACIÓN respecto a lo representa como persona. Si la columna es la estructura y el sostén que nos mantiene erguidos, permitiéndonos estar parados en el mundo, ocupar un lugar; las emociones que ponen en en juego el VALOR o ese lugar, afectarán la columna vertebral, ya que el cerebro como solución, va a debilitar el hueso (descalcificar) para equilibrarlo con el VALOR (DESVALORIZACIÓN) que el individuo SE DA A SÍ MISMO ante sus conflictos.
Mantener una COHERENCIA EMOCIONAL es cuando lo que pienso, lo que siento y lo que hago o digo, están en equilibrio, es decir, cuando no hay ninguna contradicción entre ellos. De caso contrario, hablamos de una DESVALORIZACIÓN, que por algún motivo o razón, digo o hago algo que VA EN CONTRA DE LO REALMENTE ESTOY SINTIENDO, quitando VALOR a mis emociones y anteponiendo otros intereses.
En el caso de las CERVICALES, que sostienen la cabeza (IDEAS / PENSAMIENTOS) y que hacen de puente al sistema nervioso para CONECTARSE (COMUNICAR) con el resto del cuerpo (HACER); a las generalidades de la COLUMNA, podemos agregar como indicio, que los conflictos de DESVALORIZACIÓN que el individuo vive, se originan por la incapacidad de COMUNICAR: Lo que piensa o siente (cabeza) queda ‘trabado’ en el puente (cuello) y nunca pasa a la acción (cuerpo). En un acto de SUMISIÓN (DESVALORIZACIÓN) “AGACHA LA CABEZA, NO COMUNICA Y POR CONSECUENCIA NO EXTERIORIZA LO QUE REALMENTE ESTÁ SINTIENDO (EMOCIONES)”.

Para obtener más indicios sobre los conflictos que afectan las cervicales, cada una tiene también un simbolismo en particular, que se deberá sumar a las generalidades ya descritas y que podrás encontrar dentro de las siguientes VARIANTES.

VARIANTES COLUMNA:

  • Desvalorización central de la personalidad en relación con el órgano correspondiente a la vértebra. El raquis es el pilar central, el que sostiene al individuo, la familia, la estructura portadora. Es siempre una desvalorización lenta y crónica.
  • Representa nuestra flexibilidad y nuestra resistencia frente a los acontecimientos de la vida, nuestra capacidad para amortiguar los «golpes».

VARIANTES CERVICALES:

  • El raquis cervical presenta las tonalidades principales de los conflictos de desvalorización en la comunicación, la armonización entre el pensar (la cabeza) y el hacer (el cuerpo).
  • Comunicación en el verbo. Todas las cervicales están relacionadas con la comunicación, todo el sistema nervioso pasa por el cuello para distribuirse en el cuerpo.

VERT. C1 (ATLAS):

  • A la derecha: conflicto respecto a la expresión, la sensación de no ser escuchado por los familiares (por ejemplo: la esposa cuyo marido o hijos no atienden sus consejos).
  • A la izquierda: la misma sensación, pero en relación con el exterior, el trabajo.

VERT. C1 y C2:

  • Conflicto por la pérdida de un hijo.
  • Son las dos únicas vértebras que poseen un nombre. Son las vértebras supremas. Son el fundamento mismo de la representación del «1» y el «0», lo que es y lo que no es.

VERT. C2 (AXIS):

  • Conflicto respecto a la integración de las informaciones en lo más profundo de uno mismo.
  • ¿Quién ha querido partir de la casa pero no lo logró?; o quién se sintió expulsado de la casa?.
  • ¿Quién en la genealogía dijo: «Para vivir felices, escondámonos del resto»?
  • Concepto femenino, resentimiento, amargura, rencor. A la derecha en relación con los allegados. A la izquierda en relación con el exterior.

VERT. C3:

  • Conflictos de oposición, de injusticia, de rencor crónico, con mancilla y separación. Búsqueda de la belleza, conflicto estético. A la derecha: en relación con los allegados. A la izquierda: en relación con el exterior.

VERT. C4:

  • Conflicto de oposición, de injusticia crónica por no poder expresar la propia opinión, por no encontrar una solución. Buscar el equilibrio, el justo centro. A la derecha dificultad de expresar la propia opinión o valores
    a los allegados (clan) en pos de encontrar una solución. Por ejemplo “No participo del debate porque no se me autoriza», «Esto no te concierne». A la izquierda: Igual pero en relación con lo externo, colegas de trabajo por ejemplo.

VERT. C5:

  • Conflicto de oposición, de injusticia, con dificultad para expresar la opinión, los valores de uno. Desvalorización en la comunicación con la tonalidad siguiente: «Busco que todo se arregle, una solución, un compromiso, sin tomar posición, en neutralidad, pero sin obtener resultado». A la derecha desvalorización en la expresión respecto a allegados. A la izquierda igual, respecto a colegas, en las reuniones.
  • «No logro hacer valer mi inteligencia para establecer las relaciones, las comunicaciones».

VERT. C5 y C6:

  • «Me siento desvalorizado en lo verbal, en la palabra justa que me permitirá tomar una decisión
  • Conflicto de aquel que tiene un/a hermano/a minusválido/a que le produce vergüenza (dentro del clan): «No puedo decir que me da vergüenza. Me encierro en una soledad extrema y un mini autismo”.

VERT. C6:

  • Tiene una tonalidad similar a C7: conflicto de no bajar la cabeza bajo el yugo de la autoridad. En C6 el conflicto proviene muy a menudo de la infancia, en una tonalidad de injusticia.

VERT. C6 y C7:

  • «El brazo no puede hacer lo que debería para alejar el peligro». Miedo a que todo termine mal, a que la guillotina caiga sobre uno. Es también el conflicto de no bajar la cabeza bajo el yugo de la autoridad.
  • Estas dos vértebras duelen a menudo cuando hay oposiciones enmascaradas, ocultas.
  • Separación dolorosa e injusta, a menudo en relación con la fusión con la madre.

VERT. C7:

  • Conflicto idéntico a C6, pero se refiere a situaciones más recientes. La injusticia es monstruosa, enorme. A la derecha afectivo, fatalismo, pasividad, resignación. A la izquierda peligro de muerte y la rabia de ver partir.

VERT. C7 – T1:

  • Une la injusticia y el desplazamiento. Peligro inmediato o inminente: «Hay que salvar el pellejo» (en automóvil, por ejemplo) peligro permanente.
  • A menudo a continuación de una anestesia y el miedo de no volverse a despertar.

Si padeces de alguna afección en las cervicales, deberás revisar desde cuando comenzó y buscar la incoherencia emocional que has vivido. Por alguna razón o motivo NO COMUNICASTE lo que realmente estabas sintiendo, preferiste AGACHAR LA CABEZA, anteponer tu valor respecto a la situación o a otros y que ahora tu cerebro y tu cuerpo están manifestando con un síntoma.
Tal vez el modelo comunicacional que aprendiste de tu núcleo familiar, te enseñó a que debías respetar lo que se te decía, sin siquiera tener derecho a expresar lo que estabas sintiendo, “que debías agachar la cabeza y seguir…”. Por eso ahora, a sabiendas de todo esto, te invito a que observes en qué ámbitos de tu vida o con qué personas te estás desvalorizando, para que comiences a respetar tus emociones y sentimientos, teniendo en cuenta que no siempre hay que decir que ‘SI’ y que al actuar de esa forma le demuestras a tu cerebro que ahora ERES TU PRIORIDAD y eso sólo te aportará salud.
La COMUNICACIÓN es la mejor herramienta para MANTENER LA COHERENCIA, aún más si tus CERVICALES presentan algún síntoma, siempre se puede encontrar la forma y las palabras correctas para expresar lo que ‘NO’ deseo o ‘NO’ quiero. Vinimos a ser felices y mucho de ello depende de las decisiones que tomamos a diario, siempre ten presente tu persona, date mucho amor y no pienses que eso es ser egoísta, sino que es pura lógica, ya que si primero no te das amor a vos mismo, no tendrás nada para ofrecer luego a los demás…

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

¡Si lo deseas, te acompaño a encontrar el origen emocional de tu Diabetes o de cualquier síntoma para iniciar ya tu sanación!.
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Conceptos

Desvalorización

Siempre hago hincapié en que para gozar de buena salud física, es importante mantener una buena salud emocional, ya que la primera es consecuencia de la segunda y por eso, en referencia a ello siempre destaco dos puntos a tener en cuenta:

El primero: integrar a los padres, que sería lo mismo que aceptarlos tal cuál son y sin emitir ningún juicio, ni bueno ni malo, ya que siempre son los padres perfectos para la evolución personal de cada uno y negar un parte de ellos, sería lo mismo que negar esa parte creadora que está en nosotros, algo que para el cerebro sería lo mismo que estar en incoherencia con nuestra esencia.

Pero en esta oportunidad vamos a poner atención en el segundo punto: que sería mantener la coherencia emocional, entendiendo como coherencia: cuando lo que pienso, lo que siento y lo que hago o digo, están en concordancia, es decir cuando no hay contradicción entre ellos.

La cuestión es que los seres humanos, en alguna oportunidad perdemos esa coherencia, debido a que a lo largo de la vida se va forjando una personalidad, que repercute sin dudas en la manera en que nos relacionamos y en la que afrontamos los hechos de la vida; una personalidad que se moldea en función de la información heredada (en el ADN) y principalmente por lo que vamos aprendiendo de nuestros padres (o de quienes hayan cumplido ese rol), determinando de esa forma nuestra manera de ser y de percibir el ambiente que nos rodea.

Pero a veces esa manera de ser, atenta contra la coherencia cuando el individuo dice o hace algo que va en contra de lo que realmente está sintiendo, tal vez porque no se siente capaz de comunicar sus emociones y más aún si está en contraposición con una situación o persona, por lo que se quita prioridad e importancia, para ponerse en segundo lugar.

Pero como todo en el organismo, sucede bajo la supervisión del cerebro, nada escapa a su control, mucho menos cuando detecta una incoherencia, su manera de funcionar aprendida durante millones de años, no le permite comprender al individuo que le quita prioridad a sus emociones o sentimientos, para decir o hacer algo que va contra de sus intereses y más aún porque sabe que cada emoción (energía) no expresada se irá acumulando en el cuerpo y por consecuencia ese cúmulo de emociones pueden ser el origen de un futuro comportamiento o síntoma no deseado.

Esta incoherencia emocional podemos llamarla también ‘desvalorización’, ya que al relegar mis emociones y sentimientos a un segundo plano, estaría dejando de darme amor, ese valor que conocemos como ‘amor propio’ y que en definitiva es el combustible por excelencia para que todo funcione de forma óptima.

Por eso, a sabiendas de todo esto, te invito a que observes en qué ámbitos de tu vida o con qué personas te estás desvalorizando, para que comiences a respetar tus emociones y sentimientos, teniendo en cuenta que no siempre hay que decir que ‘SI’ y que al actuar de esa forma le demuestras a tu cerebro que ahora eres tu prioridad y eso sólo te aportará salud.

Recuerda que la comunicación es la mejor herramienta para mantener la coherencia, siempre se puede encontrar la forma y las palabras correctas para expresar lo que ‘NO’ deseo o quiero. Vinimos a ser felices y mucho de ello depende de las decisiones que tomamos a diario, siempre ten presente tu persona, date mucho amor y no pienses que eso es ser egoísta, sino que es pura lógica, ya que si primero no te das amor a vos mismo, no tendrás nada para ofrecer luego a los demás…

Órganos y Emociones

Artrosis

La Medicina nos dice que la ‘Artrosis’ o ‘Reumatismo crónico degenerativo’, es una enfermedad reumática que lesiona el cartílago articular y que al hacerlo se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. Es importante diferenciarla de la Artritis, ya que en ésta es la ‘inflamación’ la causante de la enfermedad y en la artrosis es el ‘desgaste’. Son dos enfermedades que cursan con dolor, en ocasiones hinchazón y rigidez, pero en la artrosis el dolor es de tipo mecánico (es decir, se desencadena con los movimientos y mejora con el reposo).

Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como la solución biológica que el cerebro inconsciente ha ejecutado para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso de la ‘Artrosis’ el órgano afectado es la articulación y si integramos su función, podemos determinar que el estrés que la afecta tiene su origen en un movimiento, realizado o impedido, que está en incoherencia con lo que realmente deseo o quiero. Esa incoherencia emocional es lo que llamamos ‘Desvalorización’, es decir, que por algún motivo le he quitado prioridad a mis emociones y sentimientos para anteponer otras razones.
Si analizamos la función biológica del ‘dolor’, su objetivo es como un ‘yeso virtual’, que indica que esa parte del cuerpo debe permanecer quieta para favorecer su reparación. Por eso, cuando el dolor físico aparece y vale recordar que es el equivalente del dolor emocional acumulado, el cerebro está solucionando tu conflicto de movimiento: Te obliga a quedarte quieto/a para reparar las células dañadas y además ya no tendrás que ocuparte del estrés que implica ‘hacer’ o ‘no hacer’ porque ese dolor no te lo permite.
Analizando con más precisión la articulación afectada y la función propiamente dicha de esa parte del cuerpo, nos dará más indicios del estrés que se ha vivenciado y que se detalla en las siguientes ‘Variantes’.

VARIANTES:

  • Desvalorización en el movimiento pasivo, es decir, en el movimiento vivenciado en términos de estructura (diferencia con los ligamentos y los tendones).
  • Desvalorización en el gesto en el espacio, el tiempo: «Tener que hacer esto toda mi vida».
  • Conflicto del mal gesto, de tener que hacer una actividad que uno no logra hacer.
  • En las rodillas: Obediencia, espiritualidad, conflictos que hemos sufrido, deporte + desplazamiento.
  • En los dedos de la mano: Ejecución del trabajo, ya sea del pasado, ya sea en ejecución (presente), destreza y torpeza en el trabajo (a la derecha: conflicto activo respecto a la destreza; a la izquierda: conflicto pasivo).
  • Cadera: Oposición, performance sexual.
  • Cabeza del fémur: Oposición en el avance, en la penetración (incluso sexual) o en la inversión.
  • Cotilo: Idem, pero en la recepción pasiva.
  • Columna cervical: Desvalorización en la comunicación, en la armonización del ‘pensar’ con el ‘hacer’.
  • Columna dorsal: Desvalorización en lo fundamental. Supervivencia de uno mismo o de su clan.
  • Columna lumbar: Desvalorización en términos de creación del funcionamiento de las cosas. ‘Solo puedo contar conmigo mismo, soy el pilar del clan’.

Nuestro cerebro es muy eficiente a la hora de llevar a cabo una reparación, su objetivo es devolver la salud al organismo y volver a la normalidad lo antes posible, pero si no entendemos el síntoma, en el caso de la ‘Artrosis’ se puede volver un círculo vicioso al interpretar que ahora es el ‘dolor’ el que no me permite tomar acción y eso a su vez va a generar más ‘Desvalorización’ que dañe la articulación ya afectada por el conflicto original. En cambio, sí considero el síntoma como una pausa que el cerebro está pidiendo para reparar la articulación afectada, hago reposo el tiempo necesario y soy capaz de IDENTIFICAR LAS EMOCIONES NO RESUELTAS en el conflicto de ‘movimiento’ que he vivido, estaría acompañando de forma óptima la reparación y rompiendo el círculo de retroalimentación del estrés.
La coherencia emocional siempre se traduce en la salud, por eso, SI tienes ganas o deseas hacer algo, ¡HAZLO!, siempre se puede encontrar una manera, incluso pon atención en la ‘autoexigencia’ y como te tratas, para no alimentar la ‘Desvalorización’; en cambio si NO quieres o no deseas hacer, puedes manifestarlo de una ‘buena’ forma y NO HACERLO, cualquiera de estas opciones te darán paz y colaborarán con mantener tu salud.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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Órganos y Emociones

Tos

La medicina describe a la tos como un síntoma común que puede tener muchos orígenes. Es una espiración brusca que permite la expulsión del aire contenido en los pulmones, en reacción a una irritación. Se trata de un reflejo vital, ya que lleva consigo sustancias no admisibles en el organismo (polvos, humos, cuerpos extraños, tóxicos…).

Desde la Biodesprogramación vemos el síntoma como una solución biológica del cerebro y al observar lo que describe la medicina, su función cubre la necesidad de expulsar algo no deseado para el organismo, sin olvidarnos de que es un cerebro simbólico y que va a actuar de la misma forma, ante cualquier estímulo donde el individuo sienta que invaden su territorio (simbolismo de cuerpo). Como si del ladrido del perro se tratara, al existir la necesidad inconsciente de expresar el sentimiento de invasión y expulsar al intruso, sino se expresa con palabras, saldrá en forma de tos.

VARIANTES

  • Conflicto humano en general ligado al territorio.
  • Si hay tos de día y no de noche conflicto activo. Si hay tos de noche y no de día se está en reparación.
  • Rechazo al intruso, al extraño, a la autoridad, al invasor, algo que molesta.
  • Crisis epileptoide respecto a un conflicto del tipo ‘¿Qué dirán?’.
  • Conflicto de separación respecto a uno mismo, de la vida de uno, por enemigos que desean poseerlo o poseer su territorio.
  • Tos seca: No acepto, me rehuso, no soporto.
  • No quiero oír hablar de eso.
  • Memorias en la genealogía de posibles ahogos o asfixias.

Cuando aparezca este síntoma, debería preguntarme en qué parte de mi vida me siento invadido/a, al encontrar su origen el cerebro hará los cambios necesarios para acelerar la reparación e incluso la tos puede quitarse inmediatamente. Lo ideal es mantener una coherencia emocional, para que al momento en que me sienta invadido/a pueda expresar mis sentimientos y emociones; encontrando las palabras correctas y evitando la reactividad, cada uno puede comunicar su perspectiva y sus límites. Si la realidad aún no te permite expresar directamente lo que quedó sin decir, podés cerrar los ojos, concentrarte e imaginar a esa persona frente tuyo y le digas todo lo que haga falta. Será un acto psicomágico que el cerebro creerá, aliviando de esa forma la carga emocional del conflicto con un efecto reparador en el síntoma.

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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