
La Medicina nos dice que la ‘Artritis’ es una afección inflamatoria aguda o crónica de las articulaciones. Se denomina así a una gran cantidad de formas de afecciones articulares, como la artrosis y la poliartritis reumatoidea. El denominador común es la presencia permanente de dolor, aun en el reposo.
El sistema inmunológico ‘ataca’ la membrana sinovial, que es la estructura especializada que tapiza la cara interna de las articulaciones, las vainas de los tendones y las bolsas articulares. Al verse afectado, este revestimiento (membrana sinovial) se inflama y se hincha y el proceso de la enfermedad puede generar cierta rigidez que finalmente destruye el cartílago y el hueso dentro de la articulación.
Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha ejecutado para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En principio, desde nuestra perspectiva no consideramos la existencia de enfermedades ‘crónicas’; sí un síntoma se mantiene en el tiempo, es porque el conflicto que le dio origen sigue activo. En el caso de la ‘ARTRITIS’, que afecta el sistema osteoarticular, eso nos da indicios de que el conflicto tiene como base una ‘DESVALORIZACIÓN’, que es lo mismo que priorizar el valor de los otros antes que el propio. Al analizar la función del cartílago en las articulaciones, que es la favorecer y amortiguar el movimiento, además de permitir su elasticidad, eso nos da indicios, de que la ‘desvalorización’ está ligada a un conflicto en el ‘MOVIMIENTO’ o a una ‘ACCIÓN’ con carga emocional, que el individuo ha vivido con cierta ‘RIGIDEZ’ (falta de aceptación).
Por eso, en la etapa de reparación de las articulaciones expuestas al conflicto, aparecerá el dolor, que en la naturaleza se utiliza como un yeso virtual, que le indica al ser vivo que hay en curso una reparación y para eso debe quedarse quieto hasta su recuperación. Incluso la intensidad del dolor físico, siempre se corresponde con la intensidad de un dolor emocional. Pero en estos casos, por su personalidad o manera de ser, el individuo sigue repitiendo su conflicto de desvalorización, entrando así en un círculo vicioso que afecta sus articulaciones, ya que el cerebro cada vez que las repara las va haciendo más fuertes y esa rigidez hace que pierdan su capacidad de amortiguación y elasticidad, generando así más dolor, que hace que la persona se siga ‘desvalorizando’ cada vez que intente moverse o tenga dificultades para hacerlo.
VARIANTES:
- Fase de reparación de desvalorización. Conflicto ligero de desvalorización de sí, en el gesto directamente relacionado con la simbología de la localización del tejido cartilaginoso afectado, en la tonalidad de conflicto
por los demás, respecto a los demás. - Pequeños conflictos en los cuales uno se bate, pelea, en un clima agresivo. Acción combate, lucha, rechazo de la cosa, del espacio de la cosa.
SIMBOLOGÍA DE LA ZONA
Tobillo: Conflicto de dirección y apoyo.
Muñeca: Conflicto con el ayudar o recibir ayuda.
Manos: Conflicto con el hacer / trabajo / padre.
Rodilla: Conflicto con una autoridad / flexibilidad / rigidez.
Hombro: Conflicto con tener que cargar y el apoyo.
Ejemplo: Una mujer que teme por sus seres queridos. «Con tal de que no les pase nada…» (acción / movimiento) se preocupa por ellos y se olvida de ella misma (desvalorización): Teme por los fracasos, los accidentes, todo aquello que podría perjudicarlos, todo lo negativo que les puede ocurrir, que para su cerebro será COMO SI le pasara a ella misma y eso irá afectando sus articulaciones.
Nuestro cerebro es muy eficiente a la hora de llevar a cabo una reparación, su objetivo es devolver la salud al organismo lo antes posible, pero si no entendemos el síntoma, como en el caso de la ‘Artritis’ se puede volver un círculo vicioso al interpretar que es el ‘dolor’ el que no me permite el movimiento y eso va a generar más ‘Desvalorización’ que seguirá dañando la articulación y es por lo que se la considera una enfermedad ‘crónica’. En cambio, sí acepto el dolor como una pausa que el cerebro me está pidiendo para reparar, hago reposo el tiempo necesario y su vez soy capaz de IDENTIFICAR la DESVALORIZACIÓN a la que me expuesto en el conflicto, estaría acompañando de forma óptima la recuperación y rompiendo el círculo que retroalimenta la enfermedad.
La coherencia emocional siempre se traduce en la salud, por eso, es hora de comenzar a ocuparte de tu bienestar, priorizar tus emociones y sentimientos antes que a los demás; eso le dará buenas señales a tu cerebro y por consecuencia no existirá ningún síntoma que reparar, por ende ningún dolor.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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