
La Medicina nos dice que el ‘Autismo’ es un trastorno específico del tratamiento de la información. Sin trastorno significativo a nivel sensorial, el individuo de todos modos presenta inconvenientes para coordinar los estímulos. El paciente no es capaz de comprender la coherencia del mundo que lo rodea y presenta dificultades en términos de imaginación, comunicación e interacción social.
Desde la Biodesprogramación observamos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha elegido para resolver un conflicto que el individuo es incapaz de solucionar conscientemente. En el caso del ‘Autismo’, en primera instancia, el síntoma nos da indicios de una desvinculación emocional de la madre para con su bebé o con su embarazo, hay que observar allí los motivos por el cuál ella creyó necesario ‘quitarle su atención’; posiblemente haya miedo (memorias) de perderlo y esa sería la forma de evitar pasar por otro sufrimiento.
Ese sufrimiento que la madre busca evitar, está fundado en memorias de abandono, posiblemente los que ella vivió con su padre (o quien haya representado ese rol, el abuelo del niño), que por algún motivo no pudo ‘darle su atención’, ya sea porque no estuvo presente físicamente o estuvo, pero no supo acompañar emocionalmente.
Es muy claro en este caso, como el síntoma conviene y retroalimenta un círculo de carencias, el niño obtiene toda la atención que no tuvo y su madre al ‘tenerlo siempre a su lado’, soluciona el miedo a que la abandonen nuevamente. Incluso muchas veces, el síntoma del niño, ‘colabora’ con mantener a toda costa la pareja unida y así soluciona también el miedo de la madre a ser abandonada por su pareja.
VARIANTES:
- Constelación: Conflicto de rencor (vesícula biliar) + conflicto de susto violento (laringe). Hay que investigar en la etapa de proyecto/ sentido y/o en la genealogía.
- «Adhiero al deseo inconsciente familiar de ser el que presenta la prueba viviente de ser el exiliado».
- «Adhiero al deseo inconsciente de no hablar».
- Exilio total de uno mismo. El espíritu en el exilio que no puede regresar a casa. «Toda mi mente está en exilio, mi espíritu escucha, mi oído oye, pero mi cerebro no quiere reaccionar; mi alma sale, pero mi cuerpo se queda sin voz».
- El autista permanece bloqueado a nivel mental: verifica permanentemente si lo que dice es exacto o no, si es lo suficientemente inteligente y correcto, verifica, vuelve a verificar, una y otra vez (un proyecto de perfeccionamiento condenado al fracaso). En un momento dado, el cerebro va a decidir que es mejor no comunicarse y permanecer callado. Estamos en el mundo de lo prohibido y los secretos.
- Tomar la vida de todos los demás porque no podemos vivir la propia, como la persona que se la pasa hablando de (y tratando de vivir) la vida de las estrellas de televisión porque la suya es totalmente monótona, nula, sin matices, totalmente ajena a sí misma = exilio de sí mismo.
- «Lo que salga de mí tiene que ser perfecto, no tengo derecho al error (error = muerte); entonces, si me callo no cometeré errores y seguirê vivo» (como el militar para quien un solo error en el frente equivale a
la muerte). - Mujer zurda: Conflicto de identidad y miedo violento.
- Hombre diestro: Conflicto de contrariedad en el territorio y miedo violento.
Si tienes un hijo/a autista, en principio es importante observar todo el escenario familiar sin emitir juicios, entendiendo que cada uno está viviendo lo que su cerebro inconsciente ha generado, por lo que NO existen culpables, sino puros actores de un mecanismo perfecto que la naturaleza nos impone para evolucionar. Si bien pareciera que es únicamente la madre la que programa a su hijo, hay que ver a la pareja como una unidad dadora de vida y que la información que el niño ha heredado tiene que ver absolutamente con la información de sus DOS progenitores.
Es importante que se sanen los abandonos que generan la dependencia que se busca mantener, comprender a aquellos ancestros que de alguna forma no supieron estar o acompañar, debido a que eso fue un comportamiento aprendido, repetido y heredado.
También hay que comprender que no existen síntomas físicos que le impidan a tu hijo/a desenvolverse en la vida, por lo que será conveniente dejar de promover su dependencia y le des la libertad necesaria para que rompa con ese patrón y le permita madurar.
Si se atienden los conflictos aquí citados, es muy probable que notes cambios significativos en tu hijo/a y que el síntoma se haga menos evidente cada vez.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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