La Medicina nos dice que la presión sanguínea o arterial es la fuerza motriz que hace circular la sangre por el organismo. En el 90% de los casos la hipertensión es esencial o idiopática, es decir que no tiene ninguna causa orgánica detectable, y factores genéticos tendrían un rol importante.
En otros casos, la hipertensión es llamada «secundaria», es decir que es la resultante de patologías diversas, como una enfermedad renal (insuficiencia renal, pielonefritis…), o de un trastorno endocrino o vascular (arteriosclerosis).
La hipertensión prácticamente no presenta síntomas, a tal punto que es llamada el ‘asesino silencioso’. Durante años un hipertenso no siente nada, hasta el momento en que el cerebro, el corazón o los riñones alcanzan un nivel de daño lo suficientemente importante para que los primeros síntomas aparezcan: Dolores de cabeza, desequilibrio en posición vertical o al caminar, pérdidas de memoria, fatiga, trastornos de la vista, angina de pecho y dificultades respiratorias. Una hipertensión severa puede producir confusión mental y convulsiones.
Desde la Biodesprogramación vemos el síntoma como la solución biológica que el cerebro inconsciente ha ejecutado para resolver un conflicto que el individuo no puede solucionar conscientemente. En el caso de la HIpertensión Arterial o Presión Alta, si revisamos el equivalente, la ‘sangre’ simboliza al Clan Familiar, ‘Mi sangre, mi familia’ por lo que este indicio nos indica que el conflicto se vive con la familia o con una familia simbólica (trabajo, colegio, club, cualquier grupo de pertenencia). Al recibir la órden del cerebro, las arterias se hacen más estrechas y de esa forma se aumenta la presión sobre la sangre que circula en su interior, simbólicamente de esta forma el cerebro intenta mantener unida (o en control) a la familia (sangre). Además al presionar y hacer circular más rápido el caudal de sangre, aumenta la disponibilidad de energía, lo que hace que el individuo sea más fuerte y efectivo en la tarea que el estrés presenta: “Debo ser el/la primero/a, el/la dominante, lo máximo, quien controla”.
Al ser un programa masculino y de pérdida de territorio, estos indicios indican que el conflicto puede ser vivido por personas que constantemente pretenden mantener todo en control, que son muy dominantes y que a toda costa intentan mantener la unión familiar imponiendo su forma; comportamiento inconsciente que se origina en las separaciones ya vividas en la historia del Clan, por lo que el cerebro inconsciente resuelve subiendo la presión de la sangre y de esa forma cree que evita vivir nuevamente una separación.
VARIANTES:
- La hipertensión ya está presente en fase de estrés (conflicto activo), aunque a menudo es detectada recién en fase de reparación (cuando el conflicto terminó)
- Conflicto de desvalorización, en una tonalidad principal de clan familiar de sangre, de pérdida de territorio distal, con impotencia y en estado de sumisión forzada a la orden de un dominante, recibida en posición de dominado.
- Voluntad de posesión.
- Necesito más presión para ir más lejos (por ejemplo, a la casa de mi hija a cuidar a mis nietos).
- Conflicto masculino de impotencia en una situación de tener que abandonar, pero con reactividad (duelo no hecho), sin renunciamiento; conflicto de tensión con el lazo de sangre. «Recibí la orden de abandonar, de perder un territorio distal». Por ejemplo: un profesor recibió la orden de cambiar de clase, un empleado de banco es reasignado a otras funciones.
- Conflicto de tensión en el clan (especialmente si la persona menciona que sufre de «presión alta» en lugar de hipertensión). «Lucho contra la presión de mi clan».
- Resistencia a salir (a bailar, viajar, casarse, vivir en el extranjero) de la casa, país, familia.
- Conflicto de desvalorización respecto a los resultados escolares porque tener éxito en el estudio va mentalmente aparejado al hecho de ganar dinero líquido en el futuro para vivir, como si no estuviéramos integrados totalmente a la representación del éxito escolar, parental, social, del clan o de sus equivalentes sustitutivos (profesores, empleadores, etc.).
- Por ejemplo: haber sido el mejor del colegio y no poder ir más allá de un puesto mediocre en una empresa = hipertensión (por voluntad de posesión y sobre la base de lo que el individuo puede hacer y no le dejan hacer).
- Ser el primero o estar siempre entre los mejores: Sistólica: en relación con el colegio secundario; diastólica: escuela primaria.
- Hipertensión de la mujer mayor: «Si dejo de trabajar, pierdo» Desamparo.
- Hipertensión de la mínima: Pérdida de territorio distal + necesidad de aumentar los intercambios + desvalorización y cólera impotente
- Conflicto con los líquidos (ahogados en el clan también, problemas agua, etc.), la liquidez (dinero). Conflicto de desmoronamiento de la existencia.
- Conflicto con los líquidos + conflicto de injusticia.
- “Decepcionado, cierro mi corazón al amor, me endurezco”
Si padeces de Hipertensión Arterial, deberías revisar cuales son las cosas que pretendes controlar; es importante entender que no podemos controlar nada de lo que sucede fuera de nosotros, mucho menos controlar la vida de otras personas, incluso la de mi familia (o familia simbólica), ya que al intentar hacerlo sin dudas voy a encontrarme con situaciones que se alejan de lo que yo deseo y eso genera el estrés que luego hace que la presión arterial se eleve. Será muy importante también revisar la historia familiar, para reconocer los momentos en que la familia se dividió, tomar la enseñanza que esas vivencias traen consigo, para romper el ciclo de repetición y así sanar el síntoma en cuestión.
Relájate, abandona el control y tu presión arterial se normalizará.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
¡Si lo deseas, te acompaño a encontrar el origen de cualquier síntoma e iniciar tu sanación!.
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Jorge Pereyra López 