Definición de conceptos: «El amor como energía fundamental»
Para seguir la secuencia de conceptos, es fundamental describir el de «Amor», que por su cantidad de letras es una pequeña palabra pero que sin dudas representa algo mayor, sin olvidarnos también que lo expuesto aquí es una construcción de lo aprendido y que forman parte de la perspectiva de quien suscribe.
Para comenzar vamos a tomar las principales definiciones que la Real Academia Española nos aporta sobre el término «Amor«:
- m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
- m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
- m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
- m. Tendencia a la unión sexual.
Como se puede observar, todas las definiciones hablan de un concepto relacional, donde existe una correspondencia entre personas o una persona y algo externo a ella, que nada dicen del «Amor propio» y que sólo definen el sentimiento entre una parte con la otra, algo que aplica en una pareja, entre familiares, amigos, dos partes… Incluso una definición habla de insuficiencia! Como si estuviéramos incompletos y necesitáramos la otra parte para sentirnos plenos! Creo que eso se aleja mucho de la realidad!!
Para ampliar el concepto, debemos entender lo que sucede en nuestro cuerpo a nivel físico/químico con respecto al «Amor relacional», comprender como funciona el cerebro ante esta situación nos obliga a quitar el romanticismo que eso supone y evidenciar su mecanismo:
Cuando esas dos partes se encuentran (no siempre el sentimiento es mutuo, aunque inconscientemente si lo es), el cerebro comenzará un cambio de estado, produciendo una sensación de felicidad, aumento del ritmo cardíaco y dilatación de las pupilas, acompañado de un aumentando considerable en la producción de hormonas como lo son la serotonina, la endorfina y la dopamina, produciendo también estrógenos que contienen colágeno, elastina y acido hialurónico. Cambios físico químicos que influyen considerablemente en el estado de ánimo y hacen que el individuo pueda vivenciar tal enamoramiento, al punto que su percepción con respecto al otro se modifique considerablemente y que algunos estudios científicos comparan ese cambio con los que produce una enfermedad mental, algo que se hace evidente cuando la parte enamorada ve la «perfección incondicional» en la otra. Esos cambios químicos generan también aumentó en la hidratación y elasticidad de la piel, las uñas y el cabello, reduciendo las arrugas, favoreciendo la cicatrización rápida y que por consecuencia proyectan un aspecto joven y sano que reflejan el estado emocional actual del individuo.
Ahora vamos tratar de definir el término «Amor» que está también presente en la relación emocional de un individuo para con otro, pero que sin dudas es algo superior a ello, vamos a enfocar la atención en la energía del «Amor», una energía (o información) que se encuentra en un estado vibracional tal, que tiene el poder y la inteligencia de crear todo en esta existencia (o realidad) y de la que todo y todos formamos parte, algunos la pueden llaman Dios, otros Universo, Creador, Naturaleza, Unicidad, etc, cualquier nombre que se adapte a tu creencia es perfecto; ya que intentar ponerle un nombre y definirla estaríamos limitándola, pero que a fines prácticos necesitamos nombrar de alguna forma que nos permita entender. Con el simple observar, podemos ver y comprobar que está presente en cualquier cosa de la Existencia, que no existe casualidad en nada de lo que se percibe, que todo forma parte y se origina de una información que previamente tiene las «instrucciones», por así decirlo, de como debe ser cada cosa.
Es la energía fundamental que todo lo crea y que forma parte de nuestra esencia, de la que todos estamos hechos y que algunos personajes de la historia pudieron alcanzar a través de la iluminación, como sucedió con Jesús, con Siddharta Gautama el Buda, que por sus estados de consciencia desarrollados lograron un estado vibracional acorde a la «Energía fundamental» de la creación y de esa forma pudieron recibir su conocimiento, aprender de él y compartir esa información para elevar la consciencia en los demás.
Es capaz de crearlo todo, las formas, el tiempo, el espacio, las galaxias, todo lo conocido y lo que no lo es, incluyendo al Homo Sapiens, portador de la misma capacidad de creación que la fuente que le dio origen, como dice la Palabra (No religión): fue creado a imagen y semejanza del padre/madre/fuente, que lo hace cocreador de su Universo y lo convierte en responsable absoluto de todo lo que crea (Crear) en su vida.
Vinimos a la Existencia a experimentar y vivenciar las emociones, porque este es el lugar en el que podemos sentirlas, permitiéndonos aprender a través de la experiencia y así acercarnos lo más posible a ese estado vibracional absoluto del «Amor», evolucionar en consciencia y por consecuencia procurar una vida de paz y armonía, que genere salud y plenitud. Algo que va a suceder cuando comencemos a observar nuestra energía (información) interior, esa misma con la que creamos nuestra vida y todo lo que sucede en ella, permitiéndonos aprender, tomar consciencia de ello y cambiar todo lo que haga falta para alcanzar el bienestar que se desea.
Integrar este conocimiento nos hace conscientes hacia dónde debemos dirigir nuestra atención (energía) para acercarnos a esa «Energía Fundamental», trabajar con la oscuridad que nos aleja de esa esencia, manteniendo así un equilibrio entre ambos, haciendo que el individuo pueda gozar de buena salud y bienestar.
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