
La Esclerosis Lateral Amiotrófica, también llamada ‘Enfermedad de Charcot’ o ‘Enfermedad de Lou Gehrig’ es una afección del sistema nervioso central en la que las lesiones de las células nerviosas provocan parálisis progresivas. El síndrome central o piramidal asocia una exageración en los reflejos con hipertonía (incremento de la resistencia) en los miembros. El síndrome periférico, ligado a las lesiones en la médula, consiste en una atrofia muscular y una parálisis, afectando a menudo en primer lugar los miembros superiores.
Según la perspectiva de la Biodesprogramación, el síntoma siempre es la solución biológica al conflicto, en el caso de afecciones en los nervios motores y en los músculos, el estrés está asociado a un evento en los que el individuo por alguna razón necesitó realizar un MOVIMIENTO, pero por otra consideración NO PUDO o eligió no hacerlo, evitando así otra consecuencia, otro estrés. Entonces el cerebro inconsciente en el intento de resolver el conflicto, que según este síntoma es de una carga emocional intensa, toma el control, afectando los nervios y los músculos asociados a ese movimiento que el individuo deseó o quiso hacer y por alguna razón no hizo, entonces al paralizarlos no tendrá la necesidad de hacer ese movimiento, porque realmente ya no podrá. Es una solución biológica eficiente pero resulta poco inteligente si el individuo no logra tomar conciencia y revertir su síntoma.
Desvalorización: Quito prioridad o valor a mis emociones y sentimientos, anteponiendo otros intereses.
VARIANTES:
- Conflicto de desvalorización en términos de movimiento: Desplazamiento lateral o en sentido anterior o posterior.
- Conflicto de desplazamiento en la lateralidad con amenaza por detrás.
- Conflicto de querer huir y no poder.
- Gesto que no debería haber sido hecho o un gesto de debería haber sido pero no lo fue.
- Miedo de vivir al lado de aquel o aquella a quien amamos pero es peligroso o prohibido.
- Conflicto de abuso en el que no puedo moverme o escapar del depredador.
Revisar cuáles son los músculos, los nervios y las vértebras desde donde se ramifican, aportará más información del conflicto. En el caso de no encontrar el evento en la propia vida, se deberá revisar la historia de vida de aquellos ancestros de los que se es doble.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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