Escoliosis

Desde la Biodesprogramación entendemos el síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha encontrado para resolver el conflicto que el individuo conscientemente es incapaz de solucionar y al estar acompañado de un alto estrés o de emociones sin resolver, ejecutará un programa biológico de supervivencia que lo pueda solucionar.

Si indagamos en la función, la columna mantiene erguida nuestra estructura física, por ende para el cerebro simbólicamente también representa lo que soy como persona, como me paro frente al mundo, lo que valgo para mi mismo y para los demás, por ende, los síntomas que afectan la columna hablan de un estrés que va en contra de mi estructura, de lo que soy como persona, del lugar que ocupo y del valor que me doy y del que ‘recibo’ de los demás. En el caso de la escoliosis, el conflicto tendrá una tonalidad de desvalorización en donde está en juego encontrar el lugar correcto, para mi persona, o para mi estructura y en pos de eso, el cerebro curvará la columna para que de alguna forma, como si fuera un camino en zig zag pueda encontrar mi lugar o me saque de uno que considera peligroso.

VARIANTES:

• Desvalorización respecto a los colaterales, entendiendo ‘colaterales’ como las personas que están en mi mismo nivel o jerarquía (hermanos, primos, vecinos, gemelos, compañeros de trabajo).
• Desvalorización lenta respecto a alguien o algo que está al lado de uno, es decir que me comparo con los demás. Me hago a un lado o me dejan de lado.
• Ser dejado de lado por un hermano o hermana.
• Desvalorización de sí respecto a la ‘cabeza’ de la familia, al padre que le da estructura a la familia o la madre ‘sargento’.
• Cargo sobre mí algo pesado en relación a una historia de culpabilidad respecto al padre o al abuelo.
• Choque físico de la madre durante el embarazo que debió esquivar el golpe.
• Conflicto de deber esquivar lateralmente un golpe (accid.).
• Conflicto respecto a evitar un placer prohibido y perder la rectitud (delito, sexo, etc.).

IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.

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