La medicina define a este síntoma como la acumulación de grasas en el interior de células del hígado que normalmente sólo contienen pequeñas cantidades. La intoxicación alcohólica es una de las causas principales en los países desarrollados, mientras que en los países en desarrollo está ligada a la desnutrición crónica.
Desde la Biodesprogramación observamos al síntoma como una solución biológica que el cerebro inconsciente ha encontrado a un conflicto que el individuo no ha podido resolver conscientemente. La función normal del hígado es almacenar los nutrientes que se extraen del alimento y conservarlos para cuando se necesiten y la función de la grasa es de almacenamiento de energía y de protección. Por lo que este síntoma nos indica, que si se aumentó la función del hígado para acumular grasas, puede ser debido a que existen miedos a carecer de alimentos en un futuro y tener esas reservas de grasa solucionarían el conflicto.
VARIANTES:
- Incapacidad de ayudar con las carencias alimenticias de un miembro del clan familiar
- Miedo a ahogarse en el alcohol (es el paso previo a la cirrosis, en la que hay una certeza de ahogarse en él).
- «Debo mantenerme a flote» (como el tiburón peregrino, cuyo hígado es muy graso y su peso equivale a la cuarta parte del peso del escualo).
- El hecho de mantenernos a flote nos permite estar en contacto con la madre (agua) y con el padre (aire) al mismo tiempo, en perfecta correlación con uno de los conflictos del alcoholismo, en que deseamos reconciliar a la madre con el padre.
- Esteatohepatitis: Rencor en relación con una carencia (no necesariamente alimentaria, pero principalmente alimentaria).
Si se padece de este síntoma hay que buscar en la historia personal y familiar: vivencias en las que se careció de alimentos o hubo miedos a no tener la liquidez para conseguirlos; incluso la carencia de un familiar y la imposibilidad de ayudarlo pueden desencadenar el síntoma. Vivencias anteriores hacen creer al cerebro que se pueden repetir en un futuro, por eso, al tomar consciencia y entender el ciclo de la información nos podemos liberar del programa, quitarle la carga emocional de miedo a no tener alimento en el futuro y orientar esa energía a una variante más ‘positiva’ que haga entender al inconsciente de que no hace falta que el hígado reserve grasas en exceso.
IMPORTANTE: Lo expuesto aquí no es un diagnóstico, sino que son generalidades simbólicas que se utilizan en la búsqueda del conflicto, siempre con la participación del consultante, indagando en su historia personal para que tome consciencia de lo que está generando el síntoma o el comportamiento que desea sanar.
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Jorge Pereyra López 