Para gozar de buena salud, es preciso cuidar las emociones que nos permitimos sentir, esas que suceden en nuestro interior, principalmente aquellas que arrastramos en el tiempo y que pueden estar perturbando nuestro presente. Según la perspectiva de la Biodesprogramación, al hallar el primer evento que se guardó con la emoción, permite cortar con el ciclo de repetición y al salirse de él alcanzar la sanación. Por eso, si todo está en el origen, vamos a tomar consciencia de que cada individuo es el producto de dos energías, que en el momento de la fecundación, al encontrarse el óvulo con el espermatozoide, la energía de mamá acompañada por la energía de papá, darán origen a un nuevo ser; que incluso luego de nacer y hasta al rededor de los siete años, seguirá absorbiendo como una esponja emocional, todo lo que suceda en el ambiente, principalmente de su entorno familiar; donde cada evento que el niño viva y esté acompañado de emociones fuertes, el cerebro lo va a grabar. Así que todo lo que por presencia o ausencia, por acción u omisión de sus progenitores, haya generado emociones fuertes en el niño, se ‘grabarán’ a fuego en el nuevo ser y condicionaran totalmente su manera de ver y enfrentar la vida.
Muchas veces se ve a la pareja como dos partes separadas, cuando en realidad, papá y mamá forman parte de una «unidad biológica que da vida«, algo que no podría suceder naturalmente si alguna de esas partes no existe, ya que la biología de nuestra especie a designado los roles para cada uno, con un único fin; sacar adelante la cría, permitiéndole evolucionar como individuo, posibilitando la evolución de su clan familiar, a la vez que favorece la evolución de su especie, un mecanismo cíclico (como lo es todo en la naturaleza) que lleva funcionando de esa forma hace millones de años.
Cuando afirmo que para gozar de buena salud emocional, hay que ser capaces de integrar a mamá y a papá, en ciertas ocasiones, la primera reacción de las personas es de desaprobación, señal de que allí hay cosas de que ocuparse y que sin dudas tienen que ver con el origen que este texto busca hacer consciente. Es importante tener en cuenta, que la integración debe suceder en paralelo, como se dijo no son dos personas separadas, sino una unidad que da vida, que sus roles interactúan, se corresponden y se complementan entre si: Para que mamá halla tomado o desechado un rol, papá tuvo que tomar o desechar el otro y así con todos los aspectos de la pareja, donde cada uno, por ausencia o presencia, por acción u omisión, aporta su parte y se retroalimenta con la otra, nunca es algo por separado, por eso para comprender a mamá tengo que comprender a papá y para comprender a papá tengo que comprender a mamá, en resumen, todo se trata de comprender la unidad que ellos formaron.
Otra cosa a tener en cuenta es lo que hace la naturaleza para pasar información de una generación a la otra, como se explica en «Información heredada«, existe un cúmulo de datos compuestos por capacidades y también por conflictos sin resolver, que pasaran a las siguientes generaciones contenidas en el ADN. Una información que luego utilizará el inconsciente para funcionar y que de forma cíclica, en su comportamiento automático, el cerebro va a llevar al individuo a repetir conflictos, generando así una nueva posibilidad de resolución y de esta manera favorecer el mecanismo de evolución propio de la naturaleza.
Entonces si la información viene grababa en los genes, el cerebro trabaja en automático y las repeticiones que vivo forman parte de un proceso que sucede en mi interior, podemos concluir que nadie me hace ni me hizo nada, donde obviamente vamos a excluir a los padres, que también están viviendo en su automático, con la misma información heredada de su árbol y en las mismas repeticiones. ¿Entonces dónde están los culpables? ¡Claramente, no existen! Todos somos ‘víctimas’ del mismo proceso, por lo menos hasta darnos cuenta de como es su funcionamiento, que al dejar en evidencia nos permite tomar responsabilidad en el asunto, observar el automático y poder así reprogramar el cerebro para generar el cambio que se necesita.
Si papá o mamá hizo algo que te lastimó mucho, recuerda que es tu información interior la que generó la vivencia, que sin dudas es la misma que la de ellos y que la biología busca espejar (mostrar) para que tu clan familiar pueda evolucionar. Tal vez sea duro de comprender o integrar, porque pudieron ser hechos traumáticos, pero lo que pasó con ellos, es una repetición de información que viene bajando de la cadena hereditaria de la que forman parte, sin culpables, todos siendo ‘víctimas’ de este mecanismo biológico.
Por lo mismo, podemos afirmar, que no existen personas malas, sólo son personas con un niño interior lastimado, que en el afán de protegerlo, crean una personalidad ofensiva; la maldad no surge de la nada, sino de la violencia heredada. El abandono no se produce por casualidad, si tu padre/madre te abandonó, seguramente hay abandonos en tu clan familiar y no se aprendió otra manera de actuar; o por ejemplo, si existieron abusos de cualquier tipo, será común que vuelvan a aparecer en las siguientes generaciones. Ser conscientes de la información que heredamos y saber cómo nos condiciona, permite concluir de que no existen culpables, algo que automáticamente hace desaparecer los juicios y ayuda a romper el ciclo de repetición.
Tenemos los padres perfectos y necesarios para nuestra evolución, lejos de hacer consideraciones negativas, podemos encontrar en ellos los espejos en dónde nuestra información interior se refleje, utilizar esa consciencia para interrumpir el mecanismo de repetición y ganar salud emocional y física. Negar parte de su energía, será negar parte de la nuestra, de su misma información estamos hechos, por eso lo conveniente es ser responsables de la parte que nos toque y de esa forma cambiar todo aquello que se desee y haga falta.
Resignificar lo sucedido es importante y no quiere decir que no existió o que debas olvidar, simplemente es una oportunidad de observarte que te da la evolución, entender que lo que te sucede se corresponde con una información de tu árbol familiar, que sólo quiere ser sanada y dejar de repetirse, pero eso sucederá cuando abandones el juicio, dejes de sentirte víctima y de buscar culpables, comprendiendo el mecanismo biológico en el que estás inmerso, tomando la responsabilidad de encontrar la enseñanza que trae cada cosa, permitirá alcanzar la sanación individual y por consecuencia sanar y liberar de la repetición a las generaciones siguientes.
Esto no se trata de perdonar a tus padres, como dijimos no existen los culpables, en todo caso debemos perdonarnos a nosotros mismos, por cargar y permitirnos sentir esas emociones que nos han lastimado, aún más por esas que conservamos en el tiempo. Si sos un privilegiado de la vida y tenés la posibilidad, es recomendable que esta nota se integre posicionándote en las dos perspectivas posibles, primero como hijo/a y luego como padre/madre, algo que potenciará la comprensión de este mecanismo biológico de evolución, entendiendo que nadie le hace nada a nadie, sino que somos actores de una película familiar, en dónde existen eventos importantes que resolver y que al hacerlo permitirá avanzar como individuo, como familia y como especie.
Desde la Biodesprogramación acompañamos al individuo a integrar esta información, aplicarla en su vida, para que tome consciencia del mecanismo biológico del que forma parte, deje de ser víctima de él y oriente su vida hacia el rumbo que desee. Por cualquier consulta o para pactar una sesión de Biodesprogramación, podes ponerte en contacto conmigo.
